En la parálisis facial central, la lesión es nuclear o supranuclear. Debido a la duplicidad de las ramas del facial correspondientes a la hemicara superior, permanece la capacidad para cerrar el ojo, pero se pierde la movilidad de la hemicara inferior contralateral a la lesión.

La parálisis facial periférica puede ser de causa congénita o adquirida. Es la lesión nerviosa más común por causa obstétrica; se suele asociar a la utilización del fórceps en el parto, al pinzar el nervio contra los relieves óseos, o ser debida a compresión sobre la región pubiana materna. En la parálisis facial periférica izquierda completa se lesionan las tres ramas del nervio facial izquierdo (frente, ojo y boca), perdiendo la movilidad de la hemicara afecta, por lo que existe pérdida de pliegues frontales, imposibilidad para cerrar el ojo del lado afecto (izquierdo), ausencia de surco nasogeniano en dicho lado, y la boca se desvía hacia el lado sano. Lo más común es la resolución espontánea en unos meses, con ayuda de fisioterapia^1,2.

La hipoplasia del depresor izquierdo es una anomalía congénita menor (prevalencia del 0,6-0,8%), con normalidad de ambos surcos nasogenianos, capacidad para cerrar el ojo y presencia de arrugas en la frente, con desviación de la boca hacia el lado sano. Se puede asociar a malformaciones hasta en un 20%, sobre todo cardiacas (síndrome cardiofacial o de Cayler), pero también esqueléticas, genitourinarias, etc.³.

Se lesiona el nervio facial derecho de manera periférica, perdiendo la movilidad de la hemicara afecta, con imposibilidad para cerrar el ojo derecho (ipsilateral a la lesión), desviándose la boca hacia el lado contralateral a la lesión.