Las malformaciones venosas son las malformaciones vasculares de flujo bajo más frecuentes y el 90% de las malformaciones venosas se producen esporádicamente. En el recién nacido, las malformaciones venosas mucocutáneas se presentan como lesiones compresibles azuladas, mal definidas, donde no se ausculta soplo y no son cálidas a la palpación^1,2.

El linfangioma quístico se presenta al nacer como una masa grande, poco delimitada, translúcida y suave, cubierta por piel normal, localizada con mayor frecuencia en la región cervicofacial, la axila o la pared torácica lateral. Habitualmente se presenta en la ecografía como grandes quistes linfáticos interconectados revestidos por un delgado endotelio. Aproximadamente el 50% de los casos se asocia con anomalías cromosómicas, como los síndromes de Down, Turner y Noonan^1,2.

El hemangioendotelioma kaposiforme es un tumor raro, que generalmente se presenta durante la infancia o la niñez temprana. Pueden estar asociados con el fenómeno de Kasabach-Merritt, una complicación potencialmente mortal caracterizada por trombocitopenia grave y coagulopatía^1,3.

En el recién nacido, las malformaciones arteriovenosas se presentan como lesiones similares a malformaciones capilares o, con menor frecuencia, como lesiones inflamadas de color rojo púrpura. Las lesiones son cálidas en la palpación y puede auscultarse un soplo^1,2.