Los nódulos de Osler se definen como nódulos intradérmicos dolorosos del tamaño de un guisante, que aparecen en los pulpejos de los dedos de las manos y de los pies.
En la literatura médica están descritos los signos cutáneos clásicos como tardíos, y rara vez se aprecian en pacientes tratados adecuadamente. En el caso que se presenta destacan fenómenos tromboembólicos y vasculíticos, como son los nódulos de Osler, que son muy poco frecuentes, habiendo pocos casos descritos hasta la fecha; en este caso resultaron ser un signo clave, conduciendo al diagnóstico de endocarditis aguda.
Una de las rarezas de nuestro caso es el hecho de que Kingella kingae es un germen de lento crecimiento que pertenece al grupo HACEK y que por lo general se diagnostica tardíamente en endocarditis subagudas. Este germen presenta una baja virulencia, por lo que aún son menos frecuente los fenómenos embólicos y vasculíticos.
No es correcta.
No son nódulos dolorosos. Son bilaterales y afectan a manos, pies, zona perianal o retropoplítea. La lesión es en forma de diana y posteriormente puede aparecer costra como signo de rascado.
No es correcta.
Son de nueva aparición y dolorosos, sin estar en zonas de presión.
No es correcta.
Las lesiones de Janeway son pequeñas lesiones eritematosas o hemorrágicas indoloras en las palmas y las plantas. Posiblemente se corresponden a vasculitis producidas por complejos antígeno-anticuerpo circulantes.
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