Es recomendable la realización rutinaria de cetonemia capilar (beta-OH-butirato) ante cualquier hipoglucemia y así distinguir entre hipoglucemia no cetósica (cetonemia beta-OH-butirato negativa si <0,5 mmol/l) de la cetósica y dividir las causas de hipoglucemia según los hallazgos analíticos.

La detección de cuerpos cetónicos en orina mediante tiras reactivas solo nos mide niveles de acetoacetato y acetona que son el 10-25 % del total de cuerpos cetónicos de la sangre, siendo por tanto una medida indirecta de los cuerpos cetónicos en la circulación, aparte de que es una medida cualitativa y menos fiable. La medición de la cetonemia capilar cuantifica el beta-OH-butirato que es el predominante en sangre, siendo por tanto una medida directa de los cuerpos cetónicos en la circulación de forma. La medida es instantánea, exacta y cuantitativa, sin variabilidad interobservador.

El valor de cetonemia capilar (beta-OH-butirato) nos ayuda a distinguir entre hipoglucemia  cetósica y no cetósica (cetonemia beta-OH-butirato negativa si <0,5 mmol/l) y junto con la edad del paciente, nos permite realizar el diagnóstico diferencial y nos orienta hacia los estudios que hay que solicitar. 

La hipoglucemia cetósica idiopática o del ayuno es la causa más común de hipoglucemia en la infancia. Consiste en episodios recurrentes de hipoglucemia asociada a cetosis (por lo general valores de cetonemia capilar >1 mmol/l) en un niño por lo demás sano, tras la privación de una comida (en ayuno). Típicamente se manifiesta entre los 2-5 años, y remite espontáneamente hacia los 8-10 años de edad.