Úlcera oral que suele localizarse en el tercio posterior del paladar. Puede ser unilateral, aunque con mayor frecuencia es simétrica. Tiende a confluir y presentar aspecto necrótico por la frecuente presencia de exudado grisáceo o serosanguinolento, con halo hiperémico periférico. La fisiopatología de esta entidad se desconoce, pero se ha relacionado con la acción traumática de la tetina del biberón, sobre todo con orificios estrechos, con la posición horizontal del niño durante la lactancia y con la succión constante del chupete o de modelos no ortodóncicos. Clínicamente, puede pasar desapercibida o producir dolor e irritabilidad en el recién nacido y dificultar la alimentación. El diagnóstico diferencial más importante es el infeccioso. El tratamiento consiste en eliminar los factores potenciales de daño en la mucosa; agrandar el agujero de la boquilla del biberón y corregir la posición mientras está lactando, manteniéndolo semisentado. La evolución habitual es la mejoría espontánea, por lo que, hay que conocer la entidad y evitar la realización de estudios complementarios innecesarios^1,2.

Es la causa más frecuente de estomatitis en niños de 1-3 años. Se caracteriza por fiebre, aftas orales y dificultad en la ingesta. Suelen ser lesiones de tamaño pequeño y mediano, con la participación, principalmente, de la encía y de la lengua. Su complicación más frecuente es la deshidratación, describiéndose otras complicaciones menos frecuentes como bacteriemias, sobreinfección bacteriana de las lesiones orales y laringitis ulcerativa³.

Infección viral que predomina en la población pediátrica y se presenta generalmente en forma de brotes. Se caracteriza por un cuadro prodrómico de fiebre y malestar general, seguido de faringitis, úlceras orales y linguales y un rash en manos y pies. Predomina en los meses de primavera y verano. Generalmente es un proceso autolimitado, sin secuelas⁴.

Entidad clínica cuya manifestación principal es la aparición de aftas bucales; lesiones únicas o múltiples, pequeñas (diámetro inferior a 5 mm), superficiales, en forma de cráter y que implican una solución de continuidad de la superficie epitelial y la pérdida parcial de la mucosa bucal. Aunque son muy dolorosas, tienen carácter benigno. Suele afectar a la mucosa queratinizada de la cavidad oral. La etiología es multifactorial, en la que concurren una serie de factores endógenos predisponentes con factores exógenos desencadenantes o precipitantes. Muy infrecuente en recién nacidos⁵.