Artículo original:
Lammi M, Vuolle S, Kiekara T, Kurppa K, Pauniaho S. The use of abdominal imaging studies in children visiting emergency department was variable and unsystematic. Acta Paediatr. 2019;108:2089-94.
El artículo valora la experiencia durante un año en un centro terciario en el uso de tres técnicas de imagen, ecografía (ECO), radiografía simple de abdomen (Rx) y tomografía computarizada (TC), en el contexto de abdomen agudo en el paciente pediátrico que acude a Urgencias.
La técnica más usada es la ECO. La causa más frecuente de petición de ECO en niños mayores de 3 años es apendicitis y otro tipo de infección y, en segundo lugar, “para explicación de síntomas”. En menores de 3 años, la causa más frecuente es estenosis hipertrófica de píloro. La Rx se pide para ingesta de cuerpo extraño y sospecha de obstrucción. La TC se realiza para traumatismo abdominal.
No incluyen los estudios testiculares y ginecológicos, que en muchos casos entran en “dolor abdominal a filiar”. Tampoco incluyen la invaginación intestinal.
El artículo se centra en el uso de ECO, plantean la ayuda evidente en el diagnóstico de abdomen agudo, pero sugieren evitar su uso para “explicación de síntomas”.
En la edad pediátrica hay que evitar, en lo posible, la exposición a las técnicas con radiaciones ionizantes. La Rx es una técnica innecesaria en este contexto, siempre que no corresponda a valoración de cuerpo extraño (radioopaco) o a megacolon tóxico (en la colitis ulcerosa para la medición del diámetro del asa).
Ante la sospecha de abdomen obstructivo agudo (estenosis hipertrófica de píloro, invaginación intestinal, otra etiología), la prueba de imagen a realizar en primer lugar es ECO.
La elección de la técnica de imagen adecuada para la valoración de la apendicitis aguda en un contexto pediátrico es controvertida, aunque menos que en la apendicitis aguda del adulto. Es porque en el paciente pediátrico se tiene más sensibilidad hacia la radiación ionizante y se trata de evitar la técnica con radiación, por lo que la aproximación inicial suele ser ecográfica, además la rentabilidad diagnóstica de la ecografía, que en manos expertas está demostrada igual a la del TC1.
No obstante, dependiendo del continente (EE. UU./Europa), del tipo de guardia del radiólogo (presencial o localizada), del especialista que atienda al niño (pediatra o no pediatra), e incluso de la asistencia en hospital público/privado, la elección de la técnica varía.
Es un tema a considerar las recientes publicaciones que comunican el uso cada vez más extendido de la RM de abdomen en urgencias para la valoración de esta patología2.
En definitiva, debe prevalecer el sentido común, y hoy en día este indica que la valoración de la apendicitis aguda pediátrica que requiera estudio de imagen ha de realizarse mediante ECO3. De cualquier modo, se necesita mayor evidencia y consenso en este campo, con el desarrollo de guías clínicas que impidan la gran variabilidad en el diagnóstico radiológico del abdomen agudo pediátrico.
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