Artículo original:
Ojwang V, Nwaru BI, Takkinen HM, Kaila M, Niemelä O, Haapala AM, et al. Early exposure to cats, dogs and farm animals and the risk of childhood asthma and allergy. Pediatr Allergy Immunol. 2020;00:1-8.Estudio de la posible relación entre la exposición a animales domésticos y de granja en la primera infancia y la probabilidad de padecer asma y enfermedades alérgicas. Se recluta al nacimiento una cohorte de 3785 niños finlandeses con susceptibilidad genética a padecer diabetes tipo I. A los 5 años de edad, a través de un cuestionario validado y de la determinación de inmunoglobulina E (IgE) específica a alimentos y aeroalérgenos, se investiga la presencia de asma, rinitis alérgica, eccema atópico y sensibilización alérgica y su posible relación con la exposición temprana a mascotas y animales de granja. Tener perro se asoció con una disminución de la probabilidad de tener asma, rinitis alérgica y sensibilización a alérgenos a los 5 años. Tener gato se asoció con una disminución de la probabilidad de tener eccema a los 5 años. El contacto con animales de granja no tuvo ningún efecto sobre las variables estudiadas.
El desarrollo del asma y las enfermedades alérgicas viene determinado por la interacción compleja de factores genéticos y la exposición a factores ambientales, que condicionan una respuesta inflamatoria mediada por IgE con la consiguiente sensibilización. No se conocen con exactitud los factores que favorecen o protegen frente a la posibilidad de sensibilización. Uno de los factores estudiados es el contacto con animales domésticos y de granja y la exposición a ambientes ricos en microorganismos. El conocimiento exacto de esta interacción permitiría actuar sobre los factores predisponentes, permitiendo una prevención eficaz.
No está claro el papel de la exposición a animales sobre la aparición de dichas enfermedades; algunos estudios muestran protección mientras otros los relacionan con un aumento en las posibilidades de padecerlas. El supuesto papel protector del contacto con mascotas puede estar relacionado con la exposición a bacterias y endotoxinas. Los resultados no son concluyentes.
Parece que un posible mecanismo sería la exposición a una elevada diversidad de microorganismos y endotoxinas, que influirían sobre la aparición de asma y enfermedades infecciosas. El aumento de enfermedades infecciosas modularía el sistema inmune de forma que disminuiría la posibilidad de padecer asma alérgica.
Al tratarse de un estudio epidemiológico observacional, está sujeto a factores de confusión difícilmente evitables. Los propios autores reconocen que son necesarios estudios dirigidos a identificar los factores causales específicos que relacionen la convivencia con animales y el riesgo de padecer alergia antes de ofrecer recomendaciones para su prevención.
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