El glomangioma, también denominado malformaciones venosas glómicas, está constituido por lesiones vasculares cutáneas benignas cuya incidencia es desconocida¹. Se trata de una tumoración pequeña y solitaria, con predilección por el lecho ungueal. Aunque pueden ser asintomático, la sintomatología más frecuente es el dolor, la sensibilidad térmica y sensibilidad localizada.

El botriomicoma, también llamado granuloma piógeno o granuloma telangiectásico, es un tumor vascular benigno que afecta a piel y mucosas^2,3. Clínicamente se caracteriza por una pápula o nódulo de crecimiento rápido y superficie friable, que se ulcera y sangra con facilidad. Aunque el nombre sugiere una etiología infecciosa, se desconoce la causa. Se ha sugerido el traumatismo como desencadenante. También se ha descrito la relación con algunos fármacos, entre los que se encuentran retinoides tópicos y sistémicos, quimioterápicos y anticuerpos monoclonales. Para llegar al diagnóstico definitivo, es necesaria la confirmación histopatológica. Aunque está descrita la resolución espontánea, es poco habitual. En cuanto al tratamiento, hay pocos ensayos clínicos aleatorizados que comparen distintos tratamientos y actualmente no hay consenso sobre el enfoque óptimo. Entre las opciones disponibles se encuentran tratamientos quirúrgicos, crioterapia, terapia con láser y agentes intralesionales o tópicos.

El pilomatrixoma es un tumor cutáneo benigno derivado de las células matriciales del folículo piloso. Se manifiesta como un nódulo de consistencia dura de localización hipodérmica⁴ de muy lenta evolución. En algunas familias se ha descrito asociado a la distrofia miotónica.

Los hemangiomas⁵ son los tumores benignos más frecuente en la infancia. Corresponden a neoplasias vasculares benignas que crecer por una rápida progresión celular a partir de las células endoteliales. Están presentes al nacimiento en un 30% de los casos. El 70% de los hemangiomas regresan espontáneamente antes de los 7 años de edad.