Respuesta correcta. Ante la exploración con movilización normal de hombro, codo y pronosupinación, y teniendo en cuenta la clínica de mano péndula con imposibilidad de su extensión y la del pulgar, el diagnóstico es de parálisis aislada de nervio radial. Se trata de una condición rara en el neonato, aunque constituye la mononeuropatía más frecuente en este grupo de edad. Puede ser erróneamente diagnosticada como plexopatía braquial, más frecuentes en neonatos1. Hasta un 70% de los casos presenta máculas equimóticas características en la región del codo o el brazo2.
El diagnóstico diferencial incluye parálisis braquiales por afectación del plexo braquial (Erb-Duchenne, Klumpke) y mononeuropatías como la parálisis cubital y del mediano. La afectación de movilización de hombro, codo o la pronosupinación debe hacernos pensar en una probable plexopatía o afectación de otro nervio periférico (más raro). La prensión palmar está conservada, lo que la distingue de la parálisis de Klumpke.
El diagnóstico es clínico, no se precisan pruebas complementarias. Debe llevarse a cabo una exploración minuciosa de ambos miembros superiores y descartar fracturas. La historia de expulsivo prolongado, macrosomía, parto distócico o instrumental aumentará el índice de sospecha de plexopatías o mononeuropatías de miembros superiores. Se postula que el mecanismo lesivo por compresión y no por tracción sería la causa de la recuperación espontánea de la parálisis radial aislada, distinguiéndose de la evolución y el mecanismo de las plexopatías braquiales3.
Se ha demostrado que la aparición de las máculas descritas como “manchas centinela” en la región del codo y el brazo se debe a necrosis de la grasa subcutánea secundaria a un mecanismo de compresión extrínseca, que también sería el origen de la parálisis radial.