El dacriocistocele congénito es una malformación consistente en la obstrucción del sistema lacrimal, acumulándose secreciones mucosas por la propia dilatación¹. Más frecuentemente presentado como tumefacción violácea, epífora y secreción mucosa. Existen casos más graves (2-6%), donde las secreciones pueden extenderse de forma intranasal ocasionando dificultad respiratoria o problemas alimentarios. Así mismo, tiene mayor tendencia a dacriocistitis. Se aconseja seguimiento con endoscopia endonasal de rutina, incluso exéresis en ocasiones³. En nuestro caso, durante el seguimiento ambulatorio presenta disminución de la lesión por lo que se tomó actitud expectante.

El hemangioma es el tumor benigno más frecuente pediátrico, producido por la proliferación de células endoteliales de vasos sanguíneos. Debe ser valorado por el compromiso visual que pueden ocasionar². Tiene tendencia a crecer en los primeros meses de vida a diferencia del dacriocistocele.

El quiste dermoide es la tumoración orbitaria-periorbitaria más frecuente en Pediatría. Se presenta como tumoración lisa, redondeada, indolora y de crecimiento lento que contribuye a un diagnóstico más tardío. Suele localizarse por encima del canto medio a diferencia del dacriocistocele¹.

El encefalocele es una protrusión de encéfalo y meninges a través de una abertura en el cráneo. Se produce cuando el tubo neural no se cierra durante el embarazo. Puede tener distintas localizaciones, pero a nivel frontonasal suele aparecer por encima del canto medio. La ecografía craneal apoya el diagnóstico.