La elevación de estas enzimas no asocia siempre disfunción hepática. En la práctica clínica utilizamos numerosas determinaciones analíticas, que evalúan distintos aspectos de la funcionalidad hepática:

• Citolisis o lesión hepatocelular: cursa con elevación de transaminasas: AST o GOT y ALT o GPT.
• Colestasis o éstasis biliar y metabolismo de la bilirrubina: se asocia con elevación de fosfatasa alcalina, gamma glutamil traspeptidasa (GGT), bilirrubina total y directa.
• Alteración de la capacidad de síntesis hepática: disminuye la síntesis de albúmina y se altera la coagulación.

La determinación de una bilirrubina directa superior a 1 mg/dl y que represente el 20% o más del total de la bilirrubina indica colestasis. Nuestra paciente tiene por tanto, datos bioquímicos inequívocos de colestasis.

Las transaminasas (glutámico oxalacética o GOT y glutámico-pirúvica o GPT) son enzimas que se encuentran en el interior de las células hepáticas y se liberan al torrente sanguíneo en el curso de una inflamación aguda o crónica del hígado, indicándonos daño hepatocelular.

La GPT, además de en el hepatocito, se encuentra en otros tejidos, corazón, músculo esquelético, riñones, cerebro, páncreas, pulmón, eritrocitos y leucocitos, mientras que la GOT se localiza fundamentalmente en el hepatocito y en mucha menor cantidad en otros tejidos, siendo por tanto más específica de daño hepático.