La dermatitis herpetiforme¹ es una enfermedad benigna autoinmune asociada a la enfermedad celíaca. Suele presentarse como lesiones papulares, placas urticariformes y vesículas que aparecen en áreas de extensión (codos, rodillas, escápulas, glúteos) y distribuidas de manera simétrica. Son lesiones que se caracterizan por un intenso picor.

La infección por virus del herpes simple² está constituida por lesiones vesiculares sobre base eritematosa, agrupadas, cuya localización depende del virus del herpes simple causante. El VHS-1 suele dar lesiones predominantemente en la región facial y el VHS-2 en la región genital, otras regiones corporales son menos frecuentes. No se distribuyen siguiendo los dermatomas.

El herpes zóster^3,4 es la reactivación del virus de la varicela-zóster (VZV), que permanece acantonado en el organismo desde la infancia. Las lesiones provocadas por VZV son lesiones vesiculocostrosas confluentes siguiendo los dermatomas de afectación generalmente unilateral. En ocasiones, antes de la aparición de las lesiones se suele tener sensación de hormigueo o prurito local. Son lesiones que pueden llegar a ser muy dolorosas. En nuestro paciente inicialmente eran lesiones de aspecto papulopustuloso confluentes, no umbilicadas, que a los 2 días comenzaron, algunas de ellas, la fase de costras. Cabe destacar que no presentó sintomatología en ningún momento. En Pediatría el tratamiento suele ser sintomático. El aciclovir está indicado en la afectación periocular, en casos de mucha extensión o inmunodeprimidos. Se le propuso a la madre iniciar tratamiento con aciclovir, que rechazó, por lo que se mantuvo una actitud expectante con seguimiento del paciente, evidenciando la desaparición de la práctica totalidad de las lesiones a las 2 semanas.

El eccema herpeticum⁵ es poco frecuente, de aparición súbita. Se produce por la diseminación cutánea del virus del herpes simple (en el 80% de los casos), el virus herpes 2 y el Coxsackievirus 16, que infecta a pacientes con dermatitis preexistente. Se caracteriza por lesiones monomorfas papulosas con una umbilicación central característica sobre base eritematosa, que evolucionan a vesiculopústulas para recubrirse luego con una costra. La afectación puede ser local, o diseminada. Se acompaña de fiebre y malestar generalizado. Responde bien al tratamiento con aciclovir sistémico y requiere un diagnóstico precoz.