Evolución

En la revisión de nuestros dos pacientes, tres meses después, se observó lo siguiente:

• En la niña de cuatro años, tras completar el tratamiento, los padres refirieron mejoría clínica, con desaparición del dolor abdominal y la diarrea, y exploración abdominal normal.
• El lactante adoptado de Etiopía, que completó el antibiótico, seguía ganando peso y la exploración era normal, pero persistían episodios de deposiciones blandas.
• En las heces recogidas a los tres meses, se visualizó de nuevo Giardia intestinalis en ambos.

Esta parasitosis se considera fácil de tratar, pero no siempre ocurre así. La persistencia de los síntomas gastrointestinales tras el tratamiento con un fármaco eficaz para Giardia intestinalis puede estar causada por persistencia de la infección, o por síndromes postinfecciosos. Hasta el 20-40% de los sujetos parasitados presentan intolerancia a la lactosa que puede durar meses a pesar de la erradicación de la infección, y se han descrito casos de sintomatología gastrointestinal crónica, como colon irritable.

Cuando se documenta de nuevo la presencia de giardiasis, puede deberse a reinfección, especialmente en áreas endémicas donde son frecuentes los ciclos de erradicación-reinfección, o en caso de pacientes inmunodeprimidos; o a fracaso del tratamiento farmacológico elegido, ya sea por mal cumplimiento, o por resistencia farmacológica.

Se han hallado cepas de Giardia intestinalis resistentes a metronidazol y a distintos fármacos tanto in vitro como in vivo, recuperadas de duodeno humano. Aunque la tasa de resistencias a cada fármaco es desconocida, algunos estudios indican un porcentaje de fracaso de un primer ciclo de tratamiento con metronidazol de alrededor del 16-23%.

En este caso se trataba de dos pacientes que viven en España (zona no endémica de giardiasis), en una familia que refería administrar correctamente el tratamiento, por lo que la principal sospecha para la recurrencia de giardiasis era el fracaso terapéutico del metronidazol.