El seroma de Morel-Lavalléee es una acumulación de contenido serohemático entre tejido celular subcutáneo y muscular que se presenta como complicación de un traumatismo con mecanismo de cizallamiento. Se trata de una entidad infrecuente que debe sospecharse ante un hematoma de mala evolución y confirmarse mediante pruebas de imagen. Ante lesiones pequeñas y con escasa afectación se podría adoptar actitud expectante; el drenaje se reserva para lesiones de gran tamaño o complicadas. La encapsulación, la necrosis de la piel o la sobreinfección son las complicaciones más frecuentes^1-3. En nuestro caso se realiza una TAC (Figura 2) que confirma el diagnóstico, observándose una gran colección en zona lateral del muslo derecho.

Figura 2. Corte coronal de TAC centrado en muslos. Se aprecia colección de densidad agua entre planos subcutáneo y muscular.

Hematoma muscular secundario a coagulopatía. Esta opción se descarta por la ausencia de antecedentes hematológicas y la localización superficial al componente muscular, así como por la consistencia y fluctuación de la colección.

El absceso cutáneo debe tenerse en cuenta ante la presencia de lesiones cutáneas erosivas, pero la ausencia de signos flogóticos locales así como de clínica infecciosa sistémica la hace menos probable en nuestro paciente.

El lipoma se descarta por la evolución subaguda de la lesión. Esta opción debe considerarse en caso de nódulos de evolución lenta.