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Artículo original:

Brustad N, Yousef S, Stokholm J, Bønnelykke K, Bisgaard H, Chawes BL. Safety of High-Dose Vitamin D Supplementation among Children Aged 0 to 6 Years: A Systematic Review and Meta-analysis. Pediatr Emerg Care. 2022;38:e1294-e1297.

RESUMEN

Revisión sistemática y metaanálisis que analiza 21 ensayos clínicos aleatorizados con un total de 8400 niños participantes con edades comprendidas entre los 0 y los 6 años. En él se evalúa la seguridad de la suplementación con dosis de 25-hidroxivitamina D (25-OHD) mayores de 1000 UI/día en niños menores de un año y mayores de 2000 UI/día en niños de 1 a 6 años. Se valoró la aparición de efectos adversos, de efectos adversos graves y los niveles de ciertos parámetros en sangre. Con ello, no se encontraron efectos adversos graves como la hospitalización o la muerte, y la aparición de efectos adversos de relevancia clínica fue rara. El estudio se vio limitado principalmente por las diferencias entre los distintos artículos en las dosis de vitamina D administradas y las diferencias en los periodos de seguimiento.

PERLAS CLÍNICAS

  1. ¿Qué efectos tiene la vitamina D en el organismo?

La vitamina D ha demostrado tener efectos tanto en el tejido óseo como en otros órganos y sistemas, puesto que se ha demostrado la presencia del receptor de la vitamina D en tipos celulares no implicados en el metabolismo óseo.

  1. ¿Cómo afecta la administración de dosis altas de vitamina D en los niveles de 25-OHD en sangre?

La administración de dosis de vitamina D mayores de 1000 UI/día en niños menores de un año y mayores de 2000 UI/día en niños de 1 a 6 años puede producir niveles de 25-OHD mayores de los recomendados (>100 ng/ml), con, en algunos casos, clínica asociada: vómitos, diarreas e irritabilidad.

  1. ¿Aumenta la administración de dosis altas de vitamina D el riesgo de hipercalcemia?

La administración de dosis de vitamina D mayores de 1000 UI/día en niños menores de un año y mayores de 2000 UI/día en niños de 1 a 6 años produjo casos de hipercalcemia en siete de los estudios incluidos, solo un estudio tenía grupo control comparable para poder hacer el análisis estadístico, que no fue significativo, aunque hay que tener en cuenta que comparaba el riesgo de hipercalcemia en un grupo de administración diaria de 1200 UI con otro de 400 UI, no eran dosis de choque o dosis muy altas frente a dosis normales. En ninguno de los estudios se produjeron efectos adversos clínicos.

  1. ¿Es segura la administración de dosis altas de vitamina D en niños?

La administración de dosis de vitamina D mayores de 1000 UI/día en niños menores de un año y mayores de 2000 UI/día en niños de 1 a 6 años no parece haber sido responsable de la aparición de hospitalizaciones o muerte en este estudio. Sin embargo, en 11 estudios se detectaron niveles de 25-OHD por encima del umbral de 100 ng/mL (22 de 1682 niños que recibieron altas dosis frente a 0 de 1702 que recibieron dosis estándar o placebo, siendo esta diferencia estadísticamente significativa). En 3 estudios se describen efectos adversos leves como vómitos, diarrea e irritabilidad, que parecen relacionados con las dosis altas de vitamina D.

APUNTE METODOLÓGICO

El estudio ha sido realizado siguiendo las guías PRISMA para la realización de revisiones sistemáticas y metaanálisis de calidad. Además, cumple los criterios del programa de lectura crítica CASPe: define claramente el tema del estudio y los resultados, los estudios incluidos son pertinentes, aunque son estudios clínicos únicamente en inglés, sacados de una única base de datos (Pubmed) y no incluye estudios no publicados, valoran la calidad de los estudios con la Cochrane Risk of Bias Tool (aunque 13 de ellos tienen un riesgo de sesgo alto y 4 moderado), muestran las variables de cada estudio incluido y valoran si son comparables con un análisis estadístico. Por último, los resultados son precisos, aunque solo se ha realizado análisis estadístico para los eventos adversos graves, los niveles de 25-OHD y la hipercalcemia.

EN PERSPECTIVA

  1. La prevalencia de la insuficiencia/déficit de vitamina D en población pediátrica no está clara: en España varía desde un 45,2% a un 80% según las series. Esta deficiencia puede ocasionar raquitismo, convulsiones, miopatías, etc. Para prevenirla, las guías actuales recomiendan la suplementación con 400 UI/día a lactantes alimentados con lactancia materna o que ingieren menos de 1 litro/día de lactancia artificial. Se considera deficiencia niveles de 25-OHD <10-12 ng/ml1,2,3. El uso de suplementos de vitamina D puede provocar hipercalcemia, hipercalciuria, nefrocalcinosis e insuficiencia renal cuando se alcanzan niveles de 25-OHD considerados tóxicos. La hipercalcemia puede producirse, en dos personas distintas, con los mismos niveles de 25-OHD debido a polimorfismos en genes que regulan la síntesis, hidroxilación y catabolización de la vitamina D2,4. En varios metaanálisis se ha concluido que no existe suficiente evidencia para determinar qué niveles por encima de la normalidad aporten beneficios adicionales1. Además, se ha visto que terapia con bolos de dosis únicas (600 000 UI) en lactantes se asocia con altas tasas de hipercalcemia4.
  2. Se trata del primer metaanálisis que valora la seguridad de las dosis altas de vitamina D incluyendo tanto niños sanos como con patologías previas. Existe un metaanálisis de las mismas características, realizado en adultos, con resultados similares5.
  3. El estudio presenta ciertas limitaciones, destacando el riesgo de sesgo de sus artículos (17 estudios con riesgo alto o moderado), la alta variabilidad entre artículos en las dosis de 25-OHD y periodos de seguimiento, y las diferencias en las definiciones de eventos adversos. En cuanto a la validez externa, habría que considerar que solo 9/32 estudios fueron realizados en niños sanos. La mayoría de ellos (18/32) incluyen únicamente a población lactante, y 14/32 se realizaron en población asiática. Debido a esto, y a que este estudio solo valora la seguridad de esta forma de administración y no si mejora la eficacia, se podría concluir que la única justificación para modificar nuestra práctica clínica sería por la comodidad de la administración, reservando su uso para casos de difícil cumplimiento o seguimiento.

BIBLIOGRAFÍA

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