El eritema ab igne es una dermatosis caracterizada por hiperpigmentación de aspecto reticulado de la piel, resultante de exposiciones repetidas a calor por debajo del umbral de la quemadura o radiación infrarroja, que produce daño superficial en el plexo venoso dérmico, con vasodilatación y depósito de hemosiderina. Era típica la aparición en superficie pretibial o en zona lumbar de ancianos por la exposición a braseros, pero en la actualidad cada vez es más frecuente la aparición en muslos debido al apoyo de dispositivos electrónicos —como ordenadores portátiles— en dicha zona, y también en otras zonas como consecuencia del uso de mantas eléctricas o bolsas de agua caliente. Tiende a cursar de forma asintomática, aunque a veces los pacientes refieren sensación de ardor¹. En fases iniciales, la clínica puede remitir de forma espontánea tras semanas o meses si se elimina la fuente de calor, pero, si se prolonga la exposición, el daño se torna irreversible, quedando hiperpigmentaciones permanentes.

La livedo reticularis es un signo cutáneo producido por la interrupción del flujo sanguíneo en las arteriolas dérmicas, ya sea por espasmo, inflamación u obstrucción intravascular. La apariencia es de un patrón típico moteado, reticulado en malla o red de pescador, con una piel de color normal, o pálida en el centro de cada retícula. Puede ser fisiológico (cutis marmorata fisiológica, muy típica de recién nacidos al desvestirlos), o asociarse a diversas enfermedades (coagulación intravascular diseminada, lupus eritematoso sistémico, dermatomiositis, meninococemia, neoplasias, policitemia vera, síndrome de Sneddon...)^2,3.

Cutis marmorata telangiectásica congénita es un tipo de livedo reticularis infrecuente, debido a malformación vascular cutánea que da lugar a máculas reticuladas eritematosas o violáceas, presentes desde el nacimiento o que se manifiesta poco después de este. Aunque la afección cutánea suele tener buen pronóstico y tender a desaparecer con el tiempo, es conveniente realizar una adecuada valoración y seguimiento de los pacientes, ya que asocian frecuentemente otras anomalías: hipotrofia o hipertrofia de la extremidad implicada, retraso psicomotor, convulsiones e hipotonía, desprendimiento de retina, glaucoma congénito^4,5.

La acrocianosis es una cianosis simétrica, indolora y persistente de las manos, los pies o la cara causada por el vasoespasmo de los pequeños vasos de la piel en respuesta al frío. La coloración violácea no revierte fácilmente, no se producen cambios tróficos ni úlceras y el paciente no presenta dolor. Los pulsos son normales. Es más frecuente en mujeres y no se asocia con enfermedad arterial oclusiva.