En la luxación congénita de rodilla la rótula se luxa lateralmente al cóndilo femoral externo. Presente al nacer, puede retrasarse el diagnóstico, pero en el niño que comienza a caminar es muy evidente por la presencia de flexo irreductible de la rodilla, con valgo progresivo y torsión tibial interna¹.

La ósteo-onícodisplasia hereditaria, conocida también como síndrome uña-rótula, es una disóstosis patelar hereditaria poco frecuente caracterizada por hipoplasia o aplasia de las uñas y rótulas, displasia del codo y presencia de cuernos ilíacos, así como anomalías renales y oculares. Su prevalencia estimada es de 1/50 000. La radiografía confirma el diagnostico en mayores de 4 años, que es la edad hasta la cual puede desarrollarse la rótula. La displasia o aplasia ungueal es la más frecuente de las manifestaciones (90%) (figura 4), suele ser bilateral y es más frecuente en dedos pulgares de las manos (figura 5). La displasia de codo se puede desarrollar en la edad adulta. La importancia del diagnóstico radica en que en su evolución puede desarrollar un glaucoma de ángulo abierto y proteinuria con o sin hematuria. El 25% de los casos que presentaron proteinuria, evolucionaron a una insuficiencia renal crónica. Por este motivo, debe considerase a la nefropatía como el principal factor pronóstico de esta enfermedad y debe realizarse una vigilancia periódica de la función renal en todos los pacientes afectos de este síndrome. Por lo tanto, una vez diagnosticado, hay que hacer seguimiento con oftalmólogo y con tira reactiva de orina ^1,2.

Fig. 4. Displasia ungueal en quinto dedo del pie derecho.

Fig. 5. Displasia ungueal en primer dedo de mano derecha.

La rótula bipartita (más frecuente en el polo súpero-lateral) o multipartita es de etiología incierta (centro de osificación aberrante o efecto de la tracción del cuádriceps sobre la patela en crecimiento), con una incidencia entre el 1-5%. Asintomática, se descubre al realizar una radiografía por un traumatismo y no debe confundirse con una fractura. Habitualmente, no precisa tratamiento. La escisión quirúrgica es excepcional².

La condromalacia rotuliana consiste en una degeneración de la superficie cartilaginosa de la cara posterior de la rótula como consecuencia del roce del cóndilo femoral sobre la misma o por un crecimiento anómalo del cartílago. Es más frecuente en deportes que se realizan sobre terreno duro (sobre todo, en corredores de fondo, pero también en atletismo, baloncesto o balonmano). Aumenta con la edad, pero se empieza a diagnosticar en adolescentes deportistas. Los síntomas son dolor en la cara anterior de la rodilla que empeora con el ejercicio, subir y bajar escaleras, correr y caminar en pendientes, sensación de rigidez y dificultad para extender la rodilla y de roce (en “cepillo”) y/o chasquido de la rótula sobre el fémur cuando se extiende la rodilla³.