La púrpura de Schönlein-Henoch afecta más frecuentemente a niños de entre 2-10 años. El principal criterio diagnóstico es la púrpura palpable en miembros inferiores, pero es muy frecuente la afectación sistémica manifestándose como artralgias, dolor abdominal agudo y afectación renal en forma de hematuria y/o proteinuria¹.

La sepsis meningocócica es un cuadro clínico muy grave en el que los pacientes presentan un mal estado general de base. Cursa con fiebre o hipotermia, taquipnea, taquicardia y leucopenia/leucocitosis, con desviación izquierda, pudiendo ocasionar fracaso multiorgánico. La elevación de PCR y PCT indican riesgo de enfermedad bacteriana invasiva. El exantema suele ser petequial².

El edema hemorrágico afecta a niños entre los 3 meses y los 2 años. Se trata de placas purpúrico-edematosas que aparecen de forma súbita en la cara, siendo característico en los pabellones auriculares, y en la parte distal de las extremidades, donde se puede acompañar de edema doloroso. No tiene afectación sistémica, aunque es frecuente la aparición de fiebre. Es una entidad benigna y el tratamiento es conservador con resolución entre 1 y 3 semanas³.

El eritema multiforme aparece raramente en niños, y suele presentar afectación del estado general. Su principal factor de riesgo es el virus herpes simple, aunque también aparece asociado a fármacos. Las lesiones típicas en diana son menores de 3 mm de diámetro, redondeadas, de bordes bien definidos, se distribuyen de forma simétrica en cara y extremidades. Son fijas, sin dermografismo. Producen necrosis cutánea con formación de ampollas y afectación de mucosas. Suelen persistir varias semanas y dejar lesiones hiperpigmentadas residuales⁴.