El impétigo es una infección cutánea superficial muy frecuente en la infancia. Es muy contagiosa y su transmisión puede ser por contacto directo o a través de fómites. Puede ser de dos tipos: impétigo no ampolloso, caracterizado por presentar lesiones vesiculopustulosas que evolucionan a costras gruesas, húmedas y de color amarillo dorado (las denominadas costras melicéricas); e impétigo ampolloso, que se distingue por la aparición de ampollas o bullas flácidas sobre una piel aparentemente normal, que se rompen dejando una base eritematosa. En este caso las costras suelen ser claras, finas y superficiales. El impétigo afecta de forma más frecuente la piel alrededor de boca y nariz. En nuestro paciente, las lesiones afectan únicamente a la misma zona de ambos pabellones auriculares, que sería improbable en el caso de un impétigo.

La erupción primaveral juvenil (EPJ) cursa, como en nuestro caso, con la aparición brusca de pápulas eritematosas pruriginosas, que evolucionan posteriormente a vesículas y costras, típicamente horas después de la exposición solar en días todavía fríos del final de la primavera. La localización habitual es en la zona prominente de ambos hélix de pabellones auriculares. Predomina en varones de entre 5 y 15 años (se considera que la protección de esta zona por el cabello justificaría la baja incidencia en el sexo femenino). Se postula como una variante localizada de la erupción polimorfa lumínica con la que comparte la predominancia estacional (días soleados), el curso autolimitado y en ocasiones recidivante¹. La EPJ es una patología considerada rara, aunque en algunas series se ha estimado una prevalencia de hasta el 6,7%, pero la brevedad y escasa intensidad de sus síntomas suelen condicionar su infradiagnóstico. Es una entidad que únicamente requiere tratamiento sintomático. Es de elección el empleo de corticoides tópicos. Es conveniente aconsejar a la familia sobre el uso de fotoprotectores para disminuir la intensidad y frecuencia de posibles recidivas².

La condrodermatitis nodularis helicis(CNH) es una enfermedad que afecta la piel y el cartílago del pabellón auricular, manifestándose como un nódulo solitario doloroso al nivel del hélix y en menor frecuencia del antehélix. Suele afectar a hombres mayores de 40 años (la incidencia en mujeres es rara). Su etiopatogenia es desconocida, aunque se ha descrito que podría originarse por una disminución del flujo sanguíneo debido a periodos prolongados de presión sobre el cartílago auricular. El manejo es difícil, ya que suelen presentar recidivas tanto con el tratamiento conservador como con el quirúrgico³. Tanto la edad de nuestro paciente como las características de las lesiones hacen poco probable el diagnóstico de CNH

La fitofotodermatitis es una forma poco común de dermatitis de contacto producida por el contacto con plantas capaces de sintetizar sustancias fototóxicas (generalmente psoralenos) seguido de la exposición a la luz solar (rayos ultravioleta). Se trata de una reacción inflamatoria sin base inmunitaria y se puede producir ya en un primer contacto según la concentración de la sustancia y la cantidad de radiación recibida. Suele caracterizarse por lesiones en la piel de zonas descubiertas tipo eritema, vesículas y ampollas, de morfología flagelada o lineal, indicando posible contacto externo. La clínica comienza aproximadamente 24 horas después de la exposición. La erupción empeora en los siguientes 1-3 días, luego los síntomas empiezan a mejorar. Generalmente las lesiones son pruriginosas y evolucionan dejando hiperpigmentación residual⁴. En nuestro caso, a pesar del antecedente de la excursión a la montaña, no refirieron contacto directo con plantas ni la lesión que presentaba era de distribución lineal, característica de esta entidad.