El mielomeningocele consiste en la protrusión de meninges, médula espinal y líquido cefalorraquídeo (LCR) debido a un defecto en el cierre del tubo neural. Los elementos quedan expuestos sin recubrimiento cutáneo. Suele asociar otras malformaciones en el sistema nervioso central (SNC).

El lipoma espinal se presenta como una masa recubierta por una fina capa de piel. Dentro de la cavidad quística se observa un componente lipomatoso que conecta con las leptomeninges/médula espinal.

Los hemangiomas congénitos son tumores poco frecuentes que pueden presentarse como tumoraciones azuladas cuando infiltran la dermis¹. Son de origen vascular. Los hemangiomas congénitos sacros pueden formar parte del síndrome de PELVIS (trastorno congénito poco frecuente que asocia hemangioma segmentario en la región lumbosacra, con otras malformaciones congénitas regionales (lipomielomeningocele, malformaciones genitales, anorrectales, vesicales y renales).

Las características descritas se corresponden con el teratoma sacrococcígeo predominantemente externo, con mínimo componente presacro, tipo I de la clasificación de Altman. El teratoma sacrococcígeo es la neoplasia más frecuente en el feto y el neonato². Suele localizarse en la base del cóccix y está recubierto de piel. No asocia clínica neurológica. Aunque la mayoría son benignos, pueden asociar complicaciones, como obstrucción genitourinaria/gastrointestinal en función del tamaño y la localización. Es característica la elevación de la alfa-fetoproteína, que se debe monitorizar en el seguimiento. El tratamiento es la exéresis quirúrgica. El pronóstico es muy bueno si se reseca completamente y en ausencia de complicaciones³, como fue el caso de la paciente.