Dado que se trata de una lesión que involuciona a partir del primer año de vida, no se recomienda resección quirúrgica como primera elección de tratamiento. La cirugía se indica de forma individualizada y se reserva para las cicatrices de hemangiomas que se complicaron con ulceraciones o con importantes secuelas estéticas tras su involución. (hay que tener en cuenta que, en ocasiones, la cicatriz tras la escisión puede tener más repercusión estética que la presente tras la involución del hemangioma.)

En hemangiomas superficiales, pequeños, sin localizaciones comprometidas y sin complicaciones, se puede optar por actitud conservadora. En el caso de estar localizado en zonas con repercusión estética o por el deseo de los padres, la primera línea de tratamiento son los betabloqueantes tópicos como el timolol 0,5% (2 aplicaciones al día durante 6-12 meses o hasta mejoría clínica evidente). El tratamiento tópico ha demostrado en diversos estudios ser efectivo y con menos repercusión sistémica que los tratamientos orales.

En los hemangiomas grandes, complicados o de localizaciones de alto riesgo el tratamiento de elección será el propranolol oral siempre y cuando no existan contraindicaciones.

Los corticoides sistémicos actualmente no constituyen la primera línea de tratamiento en hemangiomas complicados o de alto riesgo, pudiendo considerarse su uso únicamente en pacientes con contraindicaciones para el uso de betabloqueantes.