El pterigium es un crecimiento fibrovascular excesivo de la conjuntiva sobre la córnea de forma triangular. Es multifactorial, siendo la radiación ultravioleta el principal desencadenante. Los síntomas son sequedad, prurito y lagrimeo, aunque suele ser asintomático al inicio. A medida que la lesión crece hacia la zona óptica, la agudeza visual puede verse comprometida. El tratamiento es quirúrgico¹.

El quiste de inclusión conjuntival es una inflamación quística llena de líquido transparente o, a veces, turbio, revestida por un epitelio conjuntival. Se considera un tumor benigno desencadenado tras un traumatismo o cirugía. Rara vez produce síntomas y su tratamiento es quirúrgico².

La pinguécula es una masa grasa redondeada de coloración blanco-amarillenta en la conjuntiva bulbar. Tiene predilección por localizarse en la parte nasal de la conjuntiva. Los factores que predisponen a su aparición son la luz ultravioleta, los traumatismos, el viento, el polvo, la arena y las lentes de contacto. Es asintomática, aunque pueden aparecer molestias leves como sensación de cuerpo extraño y picor. No afecta a la agudeza visual. Si se inflama se conoce como pingueculitis. Rara vez requiere tratamiento. Las lágrimas artificiales son útiles en casos leves de sequedad o sensación de cuerpo extraño. Si existe mucha inflamación, estarían indicados los corticoides y/o antibióticos tópicos. La extirpación quirúrgica se considera solo por razones estéticas, aunque en casos muy sintomáticos o episodios recurrentes de pingueculitis también podría estar indicada. Es posible la recidiva tras la intervención. En los pacientes diagnosticados es importante aconsejarles que se protejan de la luz ultravioleta con gafas homologadas y mantener el ojo bien lubricado con lágrimas artificiales para evitar el empeoramiento de los síntomas³.

El dermoide limbal es un tumor córneo-conjuntival localizado con mayor frecuencia en el limbo temporal inferior. Está formado por tejido conjuntivo adiposo asociado a glándulas lagrimales y folículos pilosebáceos. Puede aparecer de forma aislada o asociado a síndromes polimalformativos como el síndrome de Goldenhar⁴.