La leishmaniasis cutánea o botón de Oriente es una zoonosis hipoendémica en la cuenca mediterránea producida por protozoos del género Leishmania, cuyo vector es el mosquito Phlebotomus. Cursa en forma de pápula cutánea, habitualmente única, no dolorosa, que evoluciona a nódulo y úlcera con bordes sobreelevados, con escasa inflamación perilesional. No asocia sintomatología sistémica¹. La presencia de fiebre e inflamación perilesional nos haría dudar de su diagnóstico, que debería confirmarse con biopsia.

El ectima es una infección bacteriana cutánea ulcerativa, causada principalmente por Streptococcus pyogenes. Cursa en forma de impétigo no ampolloso, que evoluciona a úlcera con costra y borde elevado. Suele afectar a miembros inferiores. El diagnóstico es clínico, requiriendo confirmación microbiológica si hay mala evolución o dudas diagnósticas². En nuestro paciente, se realizó biopsia de la lesión, donde se confirmó la presencia de Streptococcus pyogenes. Tras el tratamiento antibiótico oral, se resolvió la lesión.

La fiebre botonosa mediterránea es una rickettiosis producida por Rickettsia conorii, cuyo vector es la garrapata. Cursa con fiebre, cefalea, artromialgias y con un rash característico máculo-papular con afectación palmoplantar. La lesión de inoculación (“mancha negra”) es una úlcera recubierta de una escara negra con un halo eritematoso. Predomina en cuero cabelludo³. La ausencia de rash cutáneo y la localización y características de la lesión descartan el diagnóstico.

El loxoscelismo es la consecuencia de una picadura de araña del género Loxosceles, de distribución mundial. En la zona de la picadura aparece una escara necrótica central con placa eritematosa. Puede asociar clínica sistémica como fiebre⁴. La lesión suele ser mucho más necrótica y no tan costrosa como la de nuestro paciente.