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Conclusiones

Ante un paciente con sospecha de hematuria, ver la orina macroscópicamente aportará información al clínico. La primera prueba para realizar debe ser una tira reactiva de orina, y siempre que en esta se identifique hematuria, debemos solicitar un sedimento de orina para confirmarla. 

Si se confirma la hematuria, ampliaremos el estudio según se sospeche hematuria de origen glomerular o no glomerular.

La glomerulonefritis aguda posinfecciosa es una lesión inflamatoria de predominio glomerular y de patogenia inmune desencadenada por gran variedad de gérmenes.

El prototipo es la glomerulonefritis aguda posestreptocócica y la presentación clínica más característica es el síndrome nefrítico agudo con el antecedente 1-3 semanas antes de una infección, siendo el germen más habitual el Streptococo pyogenes

El descenso transitorio de C3 sérico es uno de los principales elementos de diagnóstico. Generalmente no está indicada la biopsia renal, reservándose para casos de curso clínico atípico.

Tratamiento

No hay tratamiento específico. El tratamiento es de soporte dirigido fundamentalmente a las complicaciones por sobrecarga de volumen, hipertensión arterial e insuficiencia renal. Las medidas terapéuticas incluyen restricción de líquidos y de sal, tratamiento con diuréticos (furosemida) y erradicación del proceso infeccioso si permanece activo. El tratamiento de la infección no cambia la evolución de la glomerulonefritis.

Evolución y pronóstico

La evolución a largo plazo en los casos típicos es generalmente favorable, pero no está desprovisto de morbilidad aguda: el síndrome nefrítico agudo requiere ingreso hospitalario y puede cursar con complicaciones graves (edema agudo de pulmón, insuficiencia cardiaca, encefalopatía hipertensiva y, en raras ocasiones, necesidad de depuración extrarrenal).

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