La caries dental es actualmente la enfermedad crónica más frecuente en la infancia, con una elevada prevalencia en preescolares españoles. Actualmente está considerada como una disbiosis causada por el consumo de azúcares. Se distinguiría como una zona de acúmulo de placa blanquecina y mate con sensación de rugosidad al tacto¹.

La tinción cromógena dental, también conocida como mancha negra dental, supone un diagnóstico frecuente (hasta 7,5% descrito en series españolas). Se cree que la etiología se debe a la combinación de la presencia de bacterias cromógenas en la saliva, como el Actinobacillus actinomycetemcomitans o algunas especies de Actinomyces, y la composición de la saliva del propio individuo. Consiste en una hiperpigmentación oscura adherida al esmalte en forma de puntos². La intensidad del color y la afectación dentaria son variables. Aparece de forma temprana sobre la dentición temporal, sin afectar posteriormente a la dentición definitiva. Al tratarse de un problema estético, no es necesario ningún tratamiento y, en muchas ocasiones, desaparece de forma espontánea. Si no, se podrían realizar limpiezas mecánicas profesionales².

Aunque podría ser otro de los diagnósticos diferenciales, el paciente no refiere el uso previo de tetraciclinas³.

La fluorosis dental es una alteración en el esmalte de los dientes causada por una ingesta excesiva de flúor durante los primeros años de vida. Como resultado de la fluorosis aparecen manchas en la superficie de los dientes y el esmalte se hace más frágil. Estas manchas sobre los dientes suelen ser blancas, no hiperpigmentadas como en nuestro caso^4,5.