Es la presencia de un elemento no habitual a cualquier nivel del árbol respiratorio. Existe riesgo incrementado en los tres primeros años de vida, con mayor incidencia a los 2 años y en edad escolar. Los más frecuentemente aspirados son los frutos secos (pequeños) y material escolar (mayores). La clínica es variable, en función de donde se ubique el cuerpo extraño en la vía respiratoria. Suele existir un antecedente de episodio de asfixia o tos aguda acompañados o no de cianosis, o bien una aspiración presenciada. La tríada clásica (antecedente de asfixia/tos aguda, sibilancias e hipoventilación unilateral) se presenta solo en el 15-25% de los pacientes. El diagnóstico es clínico, complementando con radiografía de tórax u otras pruebas complementarias (TC o broncoscopia) en casos no concluyentes. Un porcentaje de estos pacientes son hospitalizados tanto para observación como para tratamiento^1,2. En el caso de nuestro paciente, se le trasladó al hospital de referencia donde se le realizó una broncoscopia rígida urgente sin incidencias y con evolución posterior favorable.

La mayoría de casos de impactación esofágica son asintomáticos o presentan síntomas transitorios en el momento de la ingestión. En la radiografía puede objetivarse el cuerpo extraño en caso de ser radiopaco, o bien aparecer signos indirectos de su presencia, en el caso de cuerpo extraño radiolúcido (nivel hidroaéreo esofágico) o signos de perforación (aire libre en el diafragma, el mediastino, el retroperitoneo o en áreas subcutáneas cervicales)¹.

En el neumotórax la clínica es variable en función de la extensión del colapso pulmonar, la rapidez de instauración y la edad. A la exploración se constata expansión asimétrica del hemitórax, timpanismo, disminución del murmullo vesicular y de la transmisión de las vibraciones vocales. En la radiografía simple de tórax se observa hiperclaridad y aumento del tamaño del hemitórax afectado, colapso pulmonar, desplazamiento del hemidiafragma y mediastino hacia el lado contralateral. Se puede ver la línea de la pleura visceral con parte del pulmón colapsado y aire alrededor³.

La atelectasia es el colapso de una región pulmonar periférica, segmentaria o lobar que imposibilita realizar el intercambio gaseoso y es la manifestación de una patología pulmonar subyacente. La clínica depende de la enfermedad de base y la magnitud de la obstrucción, por lo que existe una gran variabilidad en las manifestaciones clínicas, incluso puede no presentar síntomas. En la radiografía pueden objetivarse signos directos como el desplazamiento de las cisuras interlobares o una imagen radiopaca de la zona afectada y signos indirectos como el desplazamiento hiliar o mediastínico y la elevación diafragmática⁴.