La linfangitis producida por virus herpes simple (VHS) es una complicación poco conocida. Predomina en el sexo femenino y en la edad adulta, siendo poco frecuente en niños, aunque en esta etapa se ha descrito el herpes simple de la mano (por VHS I), como resultado de una autoinoculación desde una gingivoestomatitis herpética. Serían localizaciones frecuentes la zona palmar y los espacios interdigitales. Puede complicarse con linfangitis de la cara anterior del antebrazo. Son frecuentes las adenopatías axilares o epitrocleares¹.

La linfangitis infecciosa se caracteriza por un eritema lineal que se extiende proximalmente hacia los ganglios linfáticos regionales, reflejando la inflamación subyacente de los vasos linfáticos superficiales. En la mayoría de los casos se produce secundariamente a infecciones bacterianas, producidas principalmente por Staphylococcus aureus, Streptococcus pyogenes y Bartonella henselae. En estos casos, el tratamiento indicado es la antibioterapia sistémica².

La linfangitis superficial tras la picadura de insecto es una entidad infraestimada y poco descrita en la literatura que puede simular una linfangitis infecciosa. Sin embargo, se trata de una linfangitis reactiva, no infecciosa, secundaria probablemente a hipersensibilidad a las toxinas del insecto. Se diferencia de una linfangitis infecciosa porque suele ser escasamente dolorosa, a veces pruriginosa, no suele estar empastada ni se asocia a adenopatías regionales, no se acompaña de fiebre ni síntomas sistémicos y no están elevados los reactantes de fase aguda. El curso es autolimitado y se resuelve en pocos días con tratamiento sintomático. Se pueden emplear antihistamínicos orales, asociados o no a corticoides tópicos. No está justificado el uso de corticoides por vía sistémica, salvo que haya signos de anafilaxia. Es importante conocer esta entidad y diferenciarla de una linfangitis infecciosa para evitar el uso innecesario de antibióticos³.

El liquen estriado es una dermatosis inflamatoria adquirida y autolimitada poco frecuente que se presenta sobre todo en la infancia. Consiste en una erupción de pápulas que siguen una distribución lineal dibujando las líneas de Blaschko. Se resuelve en meses, dejando hipopigmentación residual. Su diagnóstico es clínico y en la mayoría de las ocasiones no requiere tratamiento⁴.