El mastocitoma solitario es una lesión tumoral benigna que pertenece al grupo de las mastocitosis cutáneas, grupo de enfermedades que se deben a la proliferación hiperplásica de mastocitos. El mastocitoma es la segunda forma clínico-morfológica más frecuente tras la urticaria pigmentosa. Suele aparecer antes de los 2 años de vida y afecta al tronco y las extremidades. La lesión consiste en una mácula-pápula eritematomarronácea y firme al tacto que suele ser pruriginosa por la liberación local de histamina. Es característico el signo de Darier, que consiste en provocar eritema y edema tras friccionar la lesión; este signo patognomónico aparece hasta en el 50% de los casos, siendo positivo en nuestro caso¹. La dermatoscopia ayuda al diagnóstico, ya que muestra áreas de coloración palidoeritematosas, amarillo-anaranjadas de bordes mal definidos sobre un fondo marronáceo difuso/reticular. El curso suele ser benigno y autolimitado, y con el tiempo tiende a desaparecer^1,2.

Tumor benigno de estirpe miofibroblástica poco frecuente en la edad pediátrica. Suele presentarse como una placa o nódulo solitario, mal definido, con leve eritema o hiperpigmentación en su superficie. A diferencia de los mastocitomas, suelen ser asintomáticos, y en la edad pediátrica se localizan en la región cervical³.

Tipo de nevo adquirido en el que las células névicas se localizan dentro de la dermis, como su nombre indica. Clínicamente se presenta como una lesión de aspecto cupuliforme, escasamente pigmentada, que puede acompañarse de telangiectasias superficiales. El signo de Darier es negativo⁴.

Trastorno benigno poco frecuente que se incluye dentro de las histiocitosis de células no Langerhans. La lesión consiste en un nódulo eritematoso o amarillento que suele localizarse en la cabeza o el cuello. La dermatoscopia suele mostrar un patrón característico denominado “sol poniente”, que consiste en un área central amarillo-anaranjada con depósitos de “nube” de color amarillo pálido en el centro y halo eritematoso⁵.