Las lesiones cutáneas aparecen en las extremidades inferiores, extendiéndose a tronco y extremidades superiores en casos graves. Pueden ser en diana, pero típicamente son tipo púrpura y palpables^1-3.

Típicamente, el eritema multiforme (EM) presenta lesiones cutáneas inicialmente de tipo máculas o pápulas eritematosas redondeadas, que evolucionan hasta lesiones en diana, aunque pueden variar entre pacientes e interpacientes. Suelen ser asintomáticas, aunque pueden ser urentes o pruriginosas. El EM mayor asocia afectación mucosa y clínica sistémica, como fiebre y artralgias; el EM minor se limita a la piel o asocia síntomas mucosos leves, como es el de nuestro caso. El diagnóstico es clínico y el tratamiento de soporte. Suele autolimitarse tras 3-5 días. En nuestra paciente se resolvió 3 días después^2-4.

La urticaria clásica presenta lesiones tipo máculas o placas eritematosas y edematosas, evanescentes, de distribución arbitraria. La urticaria multiforme es una variante de urticaria cuyas lesiones son habones anulares y policíclicos; igualmente duran menos de 24 horas. El prurito es muy frecuente (inhabitual en el eritema multiforme). El estado general está conservado^2,3.

Es un síndrome inflamatorio que a nivel cutáneo se presenta como pápulas, placas y nódulos edematosos y dolorosos, de distribución asimétrica. Habitualmente hay afectación sistémica con fiebre, artralgias, cefalea o mialgias. Puede asociarse a patologías infecciosas, inflamatorias, embarazo, fármacos o neoplasias^2,3,5.