Los lactantes no amamantados están expuestos a mayor número de enfermedades agudas y crónicas
Importancia de la lactancia materna
Beneficios para la madre que amamanta
La oxitocina que se produce durante la lactancia disminuye el sangrado puerperal. Por otro lado, la falta de menstruaciones en la madre lactante representa un importante ahorro de hierro.
Las necesidades energéticas son un 30% mayores en las mujeres lactantes que en las no lactantes. Si la madre mantiene una dieta normal, sin excesos, la lactancia facilita la recuperación fisiológica del peso previo al embarazo.
Las madres que amamantan tienen menor riesgo de sufrir depresión postparto y fracturas osteoporóticas tras la menopausia. También se ha demostrado una disminución del riesgo de padecer artritis reumatoide, cáncer de ovario y cáncer de mama. Además, la lactancia materna proporciona a la mujer un sentimiento de satisfacción y mejora su autoestima.
Riesgos para el lactante no amamantado
Los lactantes no amamantados tienen mayor riesgo de muerte súbita y enfermedades infecciosas (diarreas, otitis media, meningitis e infecciones urinarias), estas son más graves y el riesgo de ingreso hospitalario llega a ser siete veces mayor2.
- Paricio Talayero JM, Lizán García M, Otero Puime A, Benlloch Muncharaz MJ, Beseler Soto B, Sánchez Palomares M, et al. Full breastfeeding and Hospitalization as a result of Infections in the first year of life. Pediatrics. 2006;118(1):e929.
La incidencia de asma, dermatitis atópica, diabetes mellitus tipo 1, celiaquía, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, algunos tipos de leucemia y tumores cerebrales es mayor, en comparación con los lactantes amamantados. La incidencia de sobrepeso y obesidad, hipertensión arterial e hipercolesterolemia, es mayor entre los adolescentes y adultos que no fueron amamantados.
La lactancia materna protege tanto la salud del bebé como de la madre1,2.
Numerosos estudios demuestran que los lactantes no amamantados están expuestos a un mayor riesgo de enfermedades agudas y crónicas, y que la alimentación con leche materna mejora el desarrollo cognitivo del bebé y su ajuste social a largo plazo, y también aporta beneficios para la salud de la madre.
Los beneficios de la lactancia materna son aún mayores en los recién nacidos prematuros y enfermos.
El efecto protector de la lactancia materna frente a muchas de estas enfermedades aumenta en proporción directa a la duración de la lactancia.
Asimismo, se ha demostrado un mejor desarrollo intelectual de los niños alimentados al pecho3.