La doctrina del menor maduro consiste en reconocer capacidad de obrar a los menores, en el ámbito de los derechos de la personalidad, tan pronto como muestren capacidad natural suficiente.
El gran problema radica en poder (y saber) valorar la capacidad cognitiva y volitiva del menor11,12.
En el ámbito sanitario la ley de autonomía del paciente regula la capacidad de obrar del menor en función de su edad.
No hay comentarios