El estudio de médula ósea (estudios citológicos y/o microbiológicos) no está indicado de manera rutinaria, dado que su rentabilidad diagnóstica es muy baja cuando se realiza sin una indicación concreta en inmunocompetentes. Debe realizarse si se observan alteraciones hematológicas en los estudios iniciales para descartar enfermedad maligna. En nuestro caso, en los estudios analíticos no se observan alteraciones sugerentes de neoplasias o de otra patología con afectación de médula ósea.

La presencia de alteraciones en una TAC abdominal es excepcional en pacientes con ecografías previas normales. Por estos motivos, ante la ausencia de sintomatología específica, dada la baja rentabilidad y el mayor coste, la TAC abdominal no debe ser una prueba de rutina en el estudio de una fiebre sin origen claro.

Dada la dificultad del caso y la ausencia de un enfoque diagnóstico claro, nos parece importante la necesidad de una valoración conjunta de la paciente junto con Dermatología, ya que la principal manifestación clínica son las lesiones cutáneas.

La realización de una gammagrafía con galio 67 puede ser útil ante sospecha de infección focal, cuando otros estudios de imagen han resultado negativos, pero en casos de fiebre sin focalidad, su rentabilidad es muy limitada.