Artículo original: Magnusson M, Ignjatovic V, Hardikar W, Monagle P. A conceptual and practical approach to haemostasis in paediatric liver disease. Arch Dis Child. 2016;101:854-9. |
Los niños con patología hepática tienen un riesgo elevado de padecer episodios de sangrado graves y trombosis vasculares debido a la disminución de los factores procoagulantes de síntesis hepática (fibrinógeno, trombina, factor V [FV], factor VII [FVII], factor IX [FIX] y factor X [FX]), a la disminución de los factores anticoagulantes (antitrombina, proteína S, proteína C) y a las alteraciones en el sistema fibrinolítico (activador tisular del plasminógeno, inhibidor del activador del plasminógeno, α-2 antiplasmina y factor VIII [FVIII]). Estos cambios conducen a una hemostasia “rebalanceada” en una situación de equilibrio inestable, lo que, unido a las alteraciones del flujo vascular y de la función del endotelio, favorece el sangrado o la trombosis comparándolo con la población sana.
En el artículo se hace una revisión de los conocimientos actuales de la hemostasia en los pacientes con patología hepática, destacando las diferencias en la edad pediátrica, y se propone estudiar un modelo para valorar el riesgo de sangrado/trombosis que tenga el sistema hemostático y además las alteraciones del flujo sanguíneo, la función endotelial y la enfermedad de base (colestasis, fallo hepático agudo, enfermedad metabólica).
¿Cuáles son las principales diferencias de la hemostasia en la edad pediátrica respecto a la edad adulta?
Los neonatos tienen niveles más elevados de factor von Willebrand (FvW) y del FVIII y disminución de los factores dependientes de vitamina K e inhibidores como la antitrombina (AT), mientras que los niveles de otro inhibidor como la α-2 macroglobulina están aumentados en los neonatos hasta la adolescencia. La generación de trombina va aumentando con la edad. Estas diferencias con respecto al adulto explicarían la menor incidencia de sangrado espontáneo y de eventos trombóticos en la edad pediátrica.
¿Qué alteraciones se producen en la hemostasia en los pacientes con enfermedad hepática?
¿Qué pruebas de laboratorio son las más útiles para la evaluación de la hemostasia en estos pacientes?
Con los test rutinarios de coagulación (INR, TPPa y fibrinógeno) solo se chequea la actividad procoagulante. La actividad anticoagulante se estudia mediante la determinación de la proteína S, la proteína C y la AT, aunque estas pruebas son más costosas y menos accesibles. El dímero D es un indicador de fibrinólisis y suele estar aumentado en los pacientes cirróticos. Ninguna de estas pruebas ha resultado útil para predecir el riesgo de sangrado o trombosis.
Actualmente se dispone de la tromboelastografía o tromboelastometría que evalúa los factores pro- y anticoagulantes, las plaquetas y el sistema fibrinolítico en conjunto; usado ampliamente en adultos, se están realizando modificaciones para ir adaptando su uso en Pediatría.
El riesgo de sangrado no solo depende de las alteraciones en la coagulación; influyen otros factores como el flujo vascular, la función endotelial y otras enfermedades intercurrentes. ¿Qué métodos se utilizan para evaluar el flujo vascular y la función endotelial?
Además, en el artículo se hace especial hincapié en otros factores que van a influir en la hemostasia, como el flujo portal, el daño endotelial y otros procesos intercurrentes como la insuficiencia renal y la infección5 y expone los métodos disponibles para su valoración.
Los autores concluyen que es necesario un modelo que tenga en cuenta todas estas variables y que sirva como referente para la toma de decisiones en estos pacientes, pero sin llegar a proponer un algoritmo concreto.
Realice esta actividad para poder valorarla.