Tratamiento

En pacientes con síntomas leves, se prefiere la disolución química del mismo, utilizando procinéticos como tratamiento adyuvante. Se recomienda el tratamiento endoscópico en pacientes con fracaso de tratamiento conservador o sintomatología moderada-grave. El tratamiento quirúrgico se reserva para pacientes con fracaso de los tratamientos previos o complicaciones asociadas.

• Disolución química: se basa en disolver el bezoar con un agente químico. Comparado con el abordaje endoscópico o quirúrgico, tiene la ventaja de ser una técnica más barata y menos invasiva. Entre las complicaciones asociados se ha descrito obstrucción distal secundaria a una disolución parcial del bezoar. Se han usado diferentes productos.
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• Coca-Cola: consiste en administrar 3000 ml durante 12 horas (vía oral o mediante sondaje gástrico). Se ha postulado como mecanismo de acción el bajo pH, el efecto mucolítico de su alto contenido de bicarbonato de sodio y la contribución a la disolución de las burbujas de CO2. Ventajas: accesible, barato, bien tolerado y de fácil administración. Inconvenientes: en ocasiones es preciso realizar una endoscopia posterior por disolución parcial.
• Celulasa: su mecanismo de acción consiste en degradar la celulosa y hemicelulosa presente en el contenido vegetal de los fitobezoares.
• Papaína: no es muy utilizada dados sus efectos secundarios (úlcera gástrica, perforación esofágica).
• Acetilcisteína: por vía endoscópica o mediante sonda nasogástrica. No es muy eficaz.
• Extracción endoscópica: el procedimiento se basa en fragmentar el bezoar y su extracción posterior.
• Cirugía: se reserva para los pacientes con fracaso de tratamiento químico y endoscópico, bezoares de gran tamaño o pacientes con complicaciones (por ejemplo, sangrado activo, obstrucción intestinal, etc.).
• Tratamiento coadyuvante: para promover la disolución del bezoar, se asocia tratamiento procinético (metoclopramida) asociado al tratamiento químico y endoscópico.