No es correcta.

El síndrome de colapso ventricular es una complicación poco frecuente de los niños portadores de una VDVP. Su fisiopatología no está bien definida, ya que, pese al hiperdrenaje de líquido cefalorraquídeo a través de la válvula de derivación, se pueden encontrar presiones intracraneales elevadas¹

. El síntoma más frecuente es la cefalea, que es crónica e intermitente, y que puede ir asociada a otros signos de focalidad neurológica. Las pruebas de imagen muestran unos ventrículos pequeños, aunque en ocasiones pueden interpretarse como dentro de la normalidad.

Respuesta correcta.

Las causas más frecuentes de disfunción de una VDVP son las mecánicas, y pueden deberse a desconexión, fractura u obstrucción del sistema (a nivel proximal o distal). Las desconexiones valvulares pueden ocurrir en cualquier nivel del sistema, teniendo más riesgo las zonas con mayor movilidad²

. Las manifestaciones clínicas son variables, siendo las más frecuentes la cefalea y los vómitos. Ante sospecha de disfunción valvular se debe realizar radiografía de cráneo, tórax y abdomen para estudiar el trayecto valvular. Se recomienda la realización de una TC craneal ante sospecha de aumento de presión intracraneal, aunque la normalidad de esta prueba no descarta una hipertensión intracraneal ni un malfuncionalmiento del sistema. Es recomendable también realizar una analítica sanguínea que incluya marcadores de infección, así como una ecografía abdominal ante sospecha clínica de afectación del catéter distal³. El tratamiento de la desconexión valvular depende de los especialistas en Neurocirugía y el grado de urgencia dependerá de la situación clínica de cada paciente. En nuestro caso se observó una desconexión del catéter a nivel temporoparietal derecho en la radiografía de cráneo. Se derivó al centro de referencia para la valoración y tratamiento por un neurocirujano, donde se realizó el recambio del sistema, con buena evolución posterior.

No es correcta.

La infección del sistema valvular puede cursar con síntomas de elevación de la presión intracraneal, y se debe tener en cuenta ante un cuadro de disfunción valvular. Los gérmenes encontrados con mayor frecuencia son Staphylococcus spp., destacando entre estos el Staphylococcus epidermidis. Las manifestaciones clínicas son diversas, variando en función de la etiología, la localización de la infección, y del tipo de shunt. El tratamiento inicial es la antibioterapia intravenosa, prolongada y a dosis elevadas. Las recurrencias son frecuentes si no se realiza recambio de todo el sistema valvular⁴

.

No es correcta.

La migraña vestibular es el término empleado para describir los síntomas vestibulares englobados dentro del espectro migrañoso. Los criterios diagnósticos de esta entidad son: 1) historia actual o pasada de migraña, con o sin aura; 2) síntomas vestibulares moderados o graves, de duración variable entre 5 minutos y 72 horas; 3) al menos la mitad de los episodios van asociados a al menos una característica migrañosa (dolor unilateral, pulsátil, de intensidad severa o moderada, aumenta con el movimiento, fotofobia, sonofobia o aura visual). Esta patología no debe ser diagnosticada ante síntomas vestibulares ocasionales, sino que es una entidad crónica y recurrente⁵

. Nuestro paciente podría presentar una migraña vestibular, pero la presencia de una VDVP debe orientar el diagnóstico diferencial inicial hacia un fallo valvular.