Las primeras vacunas frente a la gripe se desarrollaron en EE. UU. con la intención de evitar las muertes entre los militares, como había ocurrido en la pandemia de 1918. Fueron aprobadas y usadas por primera vez en 1945 en miembros de las fuerzas armadas y en 1946 se utilizaron en población civil. Inicialmente eran virus enteros inactivados, de los tipos A y B.
En la actualidad, todas las vacunas disponibles en España son altamente purificadas. Las vacunas más empleadas son las inactivadas trivalentes, pero la tendencia es a que sean sustituidas por las inactivadas tetravalentes.
Hay vacunas trivalentes inactivadas frente a dos tipos de virus A y uno B y vacunas inactivadas tetravalentes, frente a dos tipos de virus A y 2 de tipo B.
Las vacunas atenuadas son todas tetravalentes, no están en este momento disponibles en España. Están compuestas por cepas atenuadas, adaptadas al frío, de origen resortante, no se replican a temperaturas elevadas, por tanto, solo se multiplican en las vías respiratorias altas y no en las bajas. Son de administración nasal.
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