Artículo original:
Se revisan dos ensayos clínicos multicéntricos realizados en Urgencias Pediátricas. El primero, realizado en 10 hospitales de EE. UU., y el segundo en 6 hospitales canadienses de tercer nivel.
El objetivo de ambos estudios fue determinar si el consumo de probióticos (Lactobacillus rhamnosus GG o la combinación L. rhamnosus R0011/L. helveticus R0052), disminuye el riesgo de gastroenteritis moderada o grave en pacientes pediátricos de 3 a 48 meses de edad.
En ambos estudios, para evaluar la gravedad, los autores se valieron de la escala modificada de Vesikari, definiendo como gastroenteritis moderada o grave aquella que alcance una puntuación ≥9 en la citada escala.En ninguno de los trabajos los autores observaron diferencias significativas al comparar el porcentaje de casos de gastroenteritis moderada o grave entre los sujetos que recibieron placebo y los que recibieron la intervención.
En base a los resultados que han obtenido los autores y teniendo en cuenta que se desconocía la etiología de la gastroenteritis en el momento de iniciar la intervención, no parece a priori recomendable el empleo de Lactobacillus rhamnosus GG.
El efecto beneficioso del probiótico no fue significativo, no se observaron diferencias entre grupos con relación al porcentaje de pacientes con gastroenteritis moderada o grave atendiendo a la escala de Vesiraki.
Los autores obtuvieron muestras de heces para su estudio microbiológico en 761 de 971 pacientes. En 347 casos (45,6%) el resultado fue positivo para virus, con similares porcentajes de infección por rotavirus y adenovirus en ambos grupos.
Sin embargo, no fue analizado si se observaron diferencias al comparar, dentro del grupo de pacientes con infección gastrointestinal viral confirmada microbiológicamente, el porcentaje de pacientes con una escala de Vesiraki ≥9 entre los que recibieron Lactobacillus rhamnosus GG y aquellos que recibieron placebo.
Por tanto, teniendo en cuenta únicamente los resultados aportados por el estudio, no se puede concluir que Lactobacillus rhamnosus GG modifique la evolución en el caso concreto de las gastroenteritis de origen viral, ni en sentido positivo ni negativo.
En el estudio, la odds ratio de presentar una gastroenteritis moderada o grave en los pacientes que recibieron ambos probióticos fue de 1,06 (intervalo de confianza del 95%: 0,77 a 1,46). A la vista de este resultado, los autores concluyen que el consumo de L. rhamnosus y L. helveticus no previene el desarrollo de gastroenteritis moderada o grave.
La principal debilidad del primer estudio (Lactobacillus rhamnosus GG frente a placebo) fue el no haber estratificado los resultados en base a la etiología de la gastroenteritis, ya que el análisis individualizado de la eficacia de Lactobacillus rhamnosus GG en base a este factor hubiera sido de gran utilidad.
Con respecto al segundo estudio (uso combinado de L. rhamnosus R0011 y L. helveticus R0052), a la hora de la selección de los casos los autores utilizan como criterio de inclusión que el paciente tenga vómitos o diarrea de ≤72 horas de evolución.
Teniendo en cuenta el intervalo de edad de la muestra (3-48 meses), no podemos asumir que todos aquellos pacientes con un cuadro de vómitos aislados deban ser diagnosticados de gastroenteritis aguda. Esta situación es especialmente relevante en el caso de los lactantes, donde los vómitos se consideran un síntoma inespecífico que puede asociarse a multitud de situaciones no estrictamente de origen digestivo.
En el caso del Lactobacillus rhamnosus GG, tanto la ESPGHAN3 como la World Gastroenterology Organization (WGO)4 coinciden en que su consumo a dosis ≥1 × 1010 UFC/día sería útil para reducir la gravedad y duración de la diarrea infecciosa aguda infantil (reducción de un día); se ha observado que el efecto beneficioso es más significativo en las diarreas producidas por rotavirus.
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