Seguimiento (2)

Ante la persistencia de neutropenia a los 6 meses de la primera analítica, la paciente es derivada a un hospital de referencia de hemato-oncología pediátrica, dónde se le realizan las siguientes pruebas:

• Hemograma en centro de referencia.
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Leucocitos normales (2300 neutrófilos/mm³), hemoglobina y plaquetas normales.

• Citometría de flujo.
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Neutropenia leve con recuento de linfocitos totales normal y una correcta distribución en linfocitos T, B y NK para la edad de la paciente. El inmunofenotipo de cada una de las subpoblaciones linfocitarias es compatible con la normalidad. Neutrófilos correctamente granulados y con una expresión conservada de CD16. No se observan blastos CD34+. No se observa un aumento de monocitos.

• Test de capacidad oxidativa de los neutrófilos.
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La actividad oxidativa de los neutrófilos y monocitos de sangre periférica, medida por la capacidad de oxidación de la di-hidro-rodamina mediante citometría de flujo, es similar a la observada en la muestra control.

Dado que en el centro de referencia presenta un número de neutrófilos normales con el resto de las pruebas complementarias sin hallazgos, no se amplió el estudio y se remitió de nuevo a consulta de Pediatría general.

Aunque no existe un protocolo establecido de actuación tras la recuperación de la neutropenia, se debería confirmar dicha recuperación al menos en dos ocasiones antes del alta definitiva de la consulta.

Por ello, se decide solicitar un hemograma de control.