Artículo original:
Zulian F, Culpo R, Sperotto F, Anton J, Avcin T, Baildam EM, et al. Consensus-based recommendations for the management of juvenile localized scleroderma. Ann Rheum Dis. 2019 Mar 2. pii: annrheumdis-2018-214697.
Quince expertos en Reumatología Pediátrica han elaborado 10 recomendaciones sobre la evaluación de la esclerodermia localizada juvenil y 6 sobre el tratamiento de la enfermedad, dentro del proyecto SHARE. Para ello realizaron en primer lugar una revisión de la literatura, de la que seleccionaron 53 artículos. Siguiendo una metodología, se elaboran las recomendaciones preliminares, que fueron revisadas posteriormente por todos los expertos y finalmente, se discutieron en dos reuniones presenciales, donde siguiendo técnicas de grupo nominal, se seleccionaron aquellas recomendaciones que alcanzaron al menos el 80% de acuerdo entre los expertos.
Los expertos recomiendan, con un nivel de evidencia de 3, utilizar Located Scleroderma Cutaneouss Assesment Tool (LoSCAT), que consta de un índice para medir la gravedad y actividad (mide la superficie corporal afectada, el grado de eritema, el engrosamiento de la piel y la aparición de una nueva lesión o aumento de una lesión antigua, graduando estos 4 ítems de 0 a 3, en 18 regiones anatómicas) y un índice para medir el daño (mide la atrofia cutánea, la pérdida del tejido subcutáneo y la hipo- o hiperpigmentación).
Se puede utilizar también la termografía por infrarrojos para evaluar la actividad de las lesiones, pero en zonas de piel atrófica puede dar un resultado falso positivo. La ecografía Doppler puede ser también útil en la evaluación de la actividad, extensión y respuesta al tratamiento de las lesiones.
Un 20% de los pacientes presentan afectación extracutánea, siendo más frecuente en la forma lineal. Fundamentalmente suele ser artritis, afectación del sistema nervioso central y otras afectaciones autoinmunes como la uveítis.
Los expertos recomiendan, con un nivel de evidencia 2, evaluar al diagnóstico y durante el seguimiento, la afectación articular mediante una exploración articular completa, incluida la articulación temporomandibular, y realizar evaluaciones oftalmológicas, especialmente si hay lesiones en cara y cuero cabelludo. Igualmente, a estos pacientes se les debe realizar una evaluación odontológica y maxilofacial. Con un nivel de evidencia 3, recomiendan valorar la realización de resonancia magnética (RM) para una mejor evaluación de la afectación musculoesquelética, sobre todo si hay lesiones cutáneas en las articulaciones, y recomiendan realizar una RM cerebral al diagnóstico de todos los pacientes con lesiones en cara o cabeza, con o sin manifestaciones neurológicas.
Se recomienda utilizar corticoides sistémicos en la fase inflamatoria activa, al mismo tiempo que se inicia metotrexato (MTX) u otro fármaco modificador de la enfermedad (FAME) alternativo. Las lesiones activas que potencialmente pueden provocar lesiones desfigurantes o discapacidad se deberían tratar con MTX a 15 mg/m2/semana, con un nivel de evidencia 1b. Una vez alcanzada la mejoría, el MTX se debe mantener al menos 12 meses antes de iniciar la retirada.
El micofenolato de mofetilo (MMF) puede ser una alternativa para casos refractarios o pacientes que no toleran MTX.
En morfeas localizadas se puede utilizar fototerapia e imiquinod tópico.
La metodología empleada en este trabajo es similar a la utilizada en otros consensos dentro del mismo proyecto Single Hub and Access point for paediatric Rheumatology in Europe (SHARE), cuyo objetivo es homogeneizar y optimizar el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades reumáticas pediátricas, ya que son patologías poco frecuentes que pueden provocar secuelas si no se tratan de forma precoz, y para las que generalmente existe poca evidencia sobre su tratamiento y pocas guías, basadas fundamentalmente en la experiencia clínica, ante la falta de estudios de calidad.
Estas nuevas recomendaciones permitirán un manejo más homogéneo de estos pacientes y facilitarán la realización de estudios de mayor calidad para tener mejor evidencia sobre los tratamientos más adecuados para esta enfermedad, poco frecuente en la infancia.
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