La pitiriasis rosada (PR) es una entidad aguda y autolimitada, caracterizada por la aparición de lesiones exantemáticas ligeramente inflamatorias, papuloescamosas, ovaladas, en el tronco y el área proximal de las extremidades¹. Se relaciona con algunas infecciones víricas (fundamentalmente VHH-6 o VHH-7) y suele aparecer en niños mayores y adultos jóvenes. Normalmente se presenta sin otros síntomas asociados, el 50-90% de los casos comienza con una placa heraldo², una lesión redondeada u ovalada, bien delimitada, con coloración rosada en el cuello, el pecho o la espalda. Aclaramiento progresivo por el centro dejando un collarín descamativo en los bordes (figura 2). Días después suele aparecer lesiones similares de menor tamaño, en el tronco y la zona proximal de ls extremidades (figura 1). Progresivamente se vuelven menos eritematosas y más descamativas, hasta su desaparición en 4-6 semanas. Al diagnóstico clínico se llega reconociendo la placa heraldo, características clínicas, distribución típica y ausencia de otros síntomas. Raras veces son necesarias pruebas complementarias³.

La psoriasis guttata es una descamación más gruesa que la de la pitiriasis rosada, sin lesión heráldica y en ocasiones se asocia con infección estreptocócica.

La Tinnea corporis o tiña del cuerpo puede confundirse con la placa heráldica, sin embargo, suelen ser pruriginosas y normalmente sin otras lesiones asociadas.

En el eccema numular, las lesiones pueden tener exudado seroso, el prurito es intenso y afecta también a las extremidades.