Es una dilatación fusiforme congénita de la vena yugular, blanda y compresible, no pulsátil, ni dolorosa a la palpación, que aparece durante el esfuerzo o con las maniobras de Valsalva y está ausente en reposo. Ha sido descrita en casi todas las venas de la región cervical, especialmente en la vena yugular interna y es más frecuente en el lado derecho. Por lo general es asintomática, benigna y más frecuente en varones y en edad pediátrica, aunque puede presentarse en pacientes de edad avanzada y de forma bilateral. Las posibles causas de flebectasia de la vena yugular son las siguientes: anormalidad anatómica (duplicación), compresión mecánica o traumática de la vena en la región inferior del cuello, defecto de la capa muscular de la pared venosa e idiopática. Respecto a las pruebas de imagen, la de elección, que es diagnóstica, es la ecografía Doppler, que muestra una importante diferencia en el calibre de la vena yugular interna derecha en reposo y tras la maniobra de Valsalva. Dado que se trata de una patología benigna y autolimitada, se recomienda un manejo conservador, reservando la corrección quirúrgica en caso de complicaciones asociadas^1,2.

El laringocele es la causa más frecuente de masa cervical que aparece con el esfuerzo y suele ser asintomático. Se diagnostica como hallazgo accidental en pruebas radiológicas. Consiste en una dilatación quística del sáculo del ventrículo laríngeo con herniación de la mucosa.  Es más frecuente en varones, pero en la quinta o sexta década de la vida. Los laringoceles externos se presentan como una masa cervical, medial al músculo esternocleidomastoideo que aumenta de tamaño con maniobra de Valsalva. Se diagnostica con tomografía computarizada (TC) cervical y su tratamiento es quirúrgico³.

En la edad pediátrica, la mayoría de las adenopatías son reactivas a infecciones respiratorias, principalmente de etiología vírica, y suelen desaparecer en unas semanas. Las adenopatías cervicales mayores de 1 centímetro se consideran aumentadas de tamaño y si presentan signos inflamatorios locales hablamos de adenitis; en el caso de las agudas unilaterales, se relacionan con infecciones bacterianas, son dolorosas a la palpación, están presentes en reposo y suelen presentar signos inflamatorios locales en la mayoría de los casos⁴.

El quiste tirogloso es la malformación cervical medial más frecuente en el niño. Su localización habitual es la línea anterior medial próxima al hueso hioides⁵. La forma habitual de presentación es la de una tumoración nodular, en la línea media del cuello, entre 1-3 cm de diámetro, sobre el hueso hioides, asintomática y que se moviliza con la deglución y al exteriorizar la lengua. La evolución natural es hacia la producción de episodios inflamatorios repetidos y fistulización externa. El diagnóstico es fundamentalmente clínico, facilitando el diagnóstico la realización de una ecografía. El tratamiento es quirúrgico⁶.