Artículo original:
Just J, Deschildre A, Lejeune S, Amat F. New perspectives of childhood asthma treatment with biologics. Pediatr Allergy Immunol. 2019;30:159-71.
Los autores hacen una revisión no sistemática sobre la utilización de productos biológicos (anticuerpos monoclonales) para el control del asma grave en Pediatría. Lanzan la hipótesis de que la definición del fenotipo/endotipo del asma con respecto al tipo y la intensidad de la inflamación, la asociación con comorbilidades alérgicas o no alérgicas y la remodelación de las vías respiratorias son elementos que hay que tener en cuenta para la elección de un producto biológico específico. Presentan la experiencia con el uso de omalizumab en Pediatría y la importante mejoría obtenida en resultados en salud, a expensas de escasos efectos secundarios. Además, muestran las posibilidades de otros nuevos anticuerpos monoclonales investigados en mayores de 12 años y adultos, para tratar los diferentes endotipos de asma descritos, a partir de biomarcadores que ayudan a diferenciar las distintas entidades y vías fisiopatológicas del síndrome asmático.
Todo paciente debe tener un diagnóstico certero de asma tras un diagnóstico diferencial exhaustivo, una mejoría del entorno ambiental, la comprobación de una técnica inhalatoria correcta y una buena adherencia al tratamiento convencional. Tras esas premisas y llegados al escalón 4 de tratamiento de la Global Initiative for Asthma (GINA), que incluye corticoides inhalados a dosis alta en combinación con β2 de acción larga (LABA) e inhibidor de los receptores de los leucotrienos, sin haber conseguido el control del asma, estaríamos ante un asma grave refractario a tratamiento y se debe derivar para valorar la prescripción de anticuerpos monoclonales anti-IgE.
Los diferentes endotipos de asma orientan a la elección del correspondiente producto biológico. La determinación de un endotipo proviene de la evaluación de las vías inflamatorias mediante biomarcadores sanguíneos (recuentos de eosinófilos, periostina), biomarcadores respiratorios (fracción exhalada de óxido nítrico [FeNO]) o medición de biomarcadores pulmonares profundos (neutrofilia/eosinofilia) mediante esputo inducido, lavado broncoalveolar o biopsia bronquial, disponibles solo en centros especializados.
Los únicos productos biológicos actualmente aprobados en pacientes de 6 a 18 años son omalizumab y, más recientemente, mepolizumab. Otros, como lebrikizumab, dupilumab, tezepelumab, reslizumab y benralizumab, están disponibles para pacientes adultos y algunos de ellos para adolescentes (≥12 años).
El omalizumab fue el primer biológico aprobado en niños y se dispone de una experiencia superior a 15 años.
Los ensayos clínicos realizados en niños no se han restringido al asma grave o no controlada. En ellos se ha observado menor uso de corticoides inhalados, menor tasa de exacerbaciones y mejoría de la calidad de vida.
Estudios de la vida real demuestran, igualmente, una disminución del uso de corticoides, una disminución de las exacerbaciones y una mejoría de la calidad de vida.
En cuanto a los efectos secundarios, en general, los datos de seguridad de los ensayos clínicos realizados en pacientes con asma alérgica de moderada a grave muestran que omalizumab generalmente es bien tolerado. El riesgo de anafilaxia informado en adolescentes y adultos no se ha observado en estudios realizados en niños.
Se trata de una revisión no sistemática en la que no se describen descriptores ni idiomas de búsqueda que orienten al lector sobre el alcance del estudio bibliográfico.
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