El metotrexato (MTX) es un análogo del ácido fólico que actúa como inhibidor de la dihidrofolato reductasa (DHFR), y que provoca una depleción del tetrahidrofolato, un cofactor necesario para la síntesis del ácido desoxirribonucleico.
Administrado en dosis altas, ha demostrado eficacia y aumento de las tasas de supervivencia en pacientes con determinados tipos de tumores, como los linfomas.
La fisiopatología de la neurotoxicidad por MTX no se conoce bien, pero se explica en parte debido a que, al inhibir la DHFR, aumenta la adenosina y la homocisteína. Los fármacos más empleados para el tratamiento de la neurotoxicidad por MTX son la teofilina y el dextrometorfano, que van encaminados a contrarrestar estos aumentos.