Descripción:
El tratamiento del TDAH se fundamenta en la adecuada selección e individualización de medidas psicoeducativas y recursos farmacológicos. El plan de intervención ha de individualizarse para cada paciente, identificándose previamente la gravedad y repercusión del proceso y tras señalar los objetivos que se pretenden conseguir. El tratamiento psicoeducativo en sus diferentes modalidades se realizará de forma universal y la intervención farmacológica se indicará para los casos moderados o graves cuando la intervención no farmacológica se haya mostrado insuficiente o ineficaz. El uso de fármacos para el TDAH está aprobado por encima de los seis años y en nuestro país disponemos de cuatro principios activos: metilfenidato, atomoxetina, dimesilato de lisdexanfetamina y guanfacina. Su eficacia se relaciona con una mejoría en la activación cerebral a través de la regulación de la función dopaminérgica y noradrenérgica en áreas cerebrales específicas, en especial la corteza prefrontal y los circuitos frontoestriados. Para el metilfenidato existen diferentes presentaciones que varían en función de la duración de la eficacia y su perfil de liberación, aportando un arsenal amplio, flexible y adaptable en función del diseño y del objetivo terapéutico de cada caso particular.
Se revisan las evidencias sobre la intervención no farmacológica y farmacológica, las ventajas e inconvenientes o limitaciones del tratamiento farmacológico, la elección en función de las características individuales de cada paciente, el mecanismo de acción, contraindicaciones y recomendaciones de uso, ajuste individual de dosis, efectos secundarios y su abordaje y controles evolutivos.
Objetivos docentes
El pediatra de Atención Primaria ha de conocer los principios generales del tratamiento del TDAH, tanto farmacológico como no farmacológico, y colaborar con otros especialistas de su área (Psiquiatra infantil o Neuropediatría) para la consecución de los objetivos propuestos, para lo cual ha de ser capaz de:
- Recomendar un tratamiento plural que incluya el tratamiento farmacológico y un programa de intervención psicoeducativo en sus diferentes modalidades.
- Prescribir de forma adecuada fármacos aprobados para el control de la disfunción de base cuando sea necesario.
- Contactar con la escuela, con el consentimiento de los padres o cuidadores, para explicar el diagnóstico, la gravedad de los síntomas y la discapacidad, el plan terapéutico y las necesidades educativas especiales.
- Remitir a psicoterapia cuando sea necesario.
- Evaluar los efectos secundarios de la medicación de manera regular.
- Proporcionar por escrito información pertinente, adecuada a las personas con TDAH y a sus familias y cuidadores sobre el diagnóstico, la evaluación, el apoyo, la autoayuda, el tratamiento psicoeducativo y farmacológico y los posibles efectos adversos que puedan presentarse.