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Puntos clave

  • La hernia diafragmática congénita de presentación tardía abarca un amplio espectro de manifestaciones clínicas, incluyendo síntomas respiratorios y digestivos, pudiendo confundirse con otras situaciones clínicas, por lo que supone un reto diagnóstico para el pediatra, por lo que la sospecha clínica es fundamental.
  • Debe considerarse en el diagnóstico diferencial de pacientes con síntomas inespecíficos respiratorios y digestivos no explicados.
  • La sospecha clínica y la obtención de una radiografía de tórax son la clave para el correcto diagnóstico. Sin embargo, la interpretación radiológica puede ser complicada, ya que la HDC tardía puede simular diferentes entidades como neumonía lobar, tumor, malformación quística adenomatoidea congénita pulmonar, neumotórax o derrame pleural. Por tanto, si la sospecha clínica es alta, contamos con herramientas diagnósticas adicionales, incluyendo la ecografía, el tránsito gastrointestinal, la tomografía computarizada o la resonancia magnética.
  • La intervención quirúrgica es necesaria en el tratamiento de la HDC para evitar complicaciones, siendo el pronóstico generalmente favorable con cirugía precoz.
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