Nuestra primera paciente consulta en Urgencias a los 8 meses por congestión nasal, apreciándose en la exploración un marcado retraso psicomotor: escasa motilidad espontánea con miembros en extensión, puños cerrados con pulgares incluidos, y tendencia al equino bilateral. Los padres insistían en que los síntomas fluctuaban a lo largo del día, mejorando tras el sueño y el descanso. Tono muscular disminuido. Reflejos exaltados con aumento del área. Sostén cefálico incompleto. No sedestación. En prono apenas eleva la cabeza. Se aprecia además sudoración importante.