Puntos clave
- Es importante definir las alteraciones cutáneas basándonos en su lesión elemental: mácula, pápula, nódulo, vesícula, ampolla o pústula lo que nos ayudará a encasillar y clasificar nuestra lesión.
- Según la ISSVA 2014 (revisada en 2018), las anomalías vasculares se clasifican en tumores y malformaciones vasculares.
- El mismo origen ectodérmico de la piel y el SNC, hace que exista una fuerte asociación entre ambos, dando lugar a síndromes neurocutáneos.
- Es importante conocer la asociación de angiomas con distribución metamérica, como en nuestro caso, con la malformación vascular a nivel espinal, ya que, éste puede ponerse de manifiesto en algún momento del desarrollo, por lo que debemos estar atentos a la aparición de dicha sintomatológica para intentar minimizar o eliminar las secuelas neurológicas.
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