Artículo original:
Madrigal Arellano C, Hernández Ruiz Á, Soto Méndez MJ, Gil Á. Nutritional Study in Spanish Pediatric Population (EsNuPI): updated findings and initial conclusions. Nutr Hosp. 202;38:23–6.
El objetivo del Estudio Nutricional de Población Infantil Española (EsNuPI) ha sido evaluar la ingesta energética (IE), los nutrientes, los alimentos y los patrones dietéticos (PD)1 de 1514 niños españoles de 1 a 10 años. Estudio descriptivo transversal. Se seleccionó una muestra representativa (Spanish Reference [SRS] = 707) y otra consumidora de leches adaptadas (Adapted Milk Consumers [AMS] = 741). Se utilizó un cuestionario sociodemográfico, uno de frecuencia de consumo de alimentos (CFC), dos recuerdos de 24 h (R24 h) y un registro de actividad física. El 84,7% de SRS y el 83,5% de AMS mostraron una IE plausible (1503 y 1404 kcal/día)2. El porcentaje de niños con un consumo de proteínas >20% IE fue del 12% (SRS) y el 6% (AMS)3. Los dos grupos sobrepasaron las recomendaciones de grasa2. La ingesta de vitamina D fue significativamente menor en SRS4. Al analizar los PD, destacaron uno de alimentos hipercalóricos y dos mediterráneos5. Estos hallazgos son importantes para el diseño de intervenciones.
Ambos grupos de niños declararon una IE adecuada (SRS: 1503 kcal/día y AMS: 1404 kcal/día)2. La contribución de las proteínas a la IE fue del 16,5% (SRS) y de 15,6% (AMS)5. El porcentaje de niños con una ingesta proteica >20% IE fue del 12% (SRS) y del 6% (AMS). El porcentaje de niños dentro del rango de referencia para los hidratos de carbono fue >50%2. Ambos grupos mostraron una ingesta de azúcar elevada. Ambas muestras presentaron una alta contribución de las grasas a la IE (SRS: 36,5%; AMS: 35,9%)2. Se observó una ingesta baja de ácidos grasos esenciales y de poliinsaturados (omega-3), principalmente de ácido docosahexaenoico (DHA) (SRS: 20 mg/día; AMS: 90 mg/día).
Los grupos de alimentos que más contribuyeron a la IEy de proteínas fueron lácteos, cereales y carnes2,3. Respecto al consumo de hidratos de carbono, los alimentos que aportaron mayor cantidad fueron cereales, lácteos y frutas y en las grasas, aceites, lácteos y carnes (Figura 1).
Figura 1. Principales fuentes de la IE total y de los macronutrientes (en porcentajes) de los participantes del estudio EsNuPI (basados en los grupos de alimentos de los dos R24).
Fuente: Madrigal Arellano C, Hernández Ruiz Á, Soto Méndez MJ, Gil Á. Nutritional Study in Spanish Pediatric Population (EsNuPI): updated findings and initial conclusions. Nutr Hosp. 202;38:23-6.
El porcentaje de niños de ≥4 años con una ingesta de calcio por debajo del requerimiento medio fue del 24,5% (SRS) y del 8,1% (AMS)4. Se observó un cociente calcio/fósforo inferior a 1/1, aunque significativamente mayor en AMS (SRS: 0,74; AMS: 0,82)4. Respecto a la vitamina D, el 0,6% en la SRS y el 4,3% en la AMS mostraron un consumo superior al adecuado y la ingesta media de AMS triplicó la de la población de referencia.
Mediante la realización de análisis de componentes principales (PCA) y de conglomerados, se encontraron tres PD en cada grupo etario: uno de alimentos apetitosos e hipercalóricos y dos de tipo mediterráneo5. Los niños de AMS mostraron un PD relacionado con la Dieta Mediterránea y con los lácteos. En el análisis de conglomerados, la edad de los niños, el nivel de actividad física, la formación de los padres y los ingresos familiares se correlacionaron con los conglomerados de los grupos de alimentos más similares a la Dieta Mediterránea y otros a alimentos más hipercalóricos.
La muestra se aleatorizó en múltiples etapas y se estratificó según sexo, edad, población y áreas Nielsen. La muestra estimada fue de 1500 individuos y sus errores ±2,52% y ±2,59%, para un nivel de confianza del 95,5% y una estimación de categorías igualmente probables, considerando un universo de 2 205 646 niños. Para identificar las declaraciones erróneas, se utilizó el método de Goldberg y Black2, definiendo los puntos de corte para clasificar a los sujetos en estimaciones energéticas plausibles, infra o supradeclaradores (empleando IE, tasa metabólica basal y actividad física). Los datos dietéticos fueron comparados con las recomendaciones de EFSA y FAO.
Realice esta actividad para poder valorarla.