Respuesta correcta. La torsión del teste criptorquídico es más frecuente en el adulto joven,aunque se han descrito varios casos en la literatura científica afectando al recién nacido. Si el diagnóstico de torsión testicular en su localización escrotal resulta difícil, en el teste criptorquídico la dificultad es mayor por dos motivos: porque no se piensa en ella y porque las exploraciones complementarias son menos sensibles cuando el teste está ubicado fuera del escroto. Por ello, ante un niño, independientemente de su edad, con sintomatología abdominal no específica y escroto vacío es necesario pensar en esta patología. La viabilidad del testículo va ligada directamente a un diagnóstico y a un tratamiento precoz y ese debe ser nuestro objetivo. En nuestro caso, dada la sintomatología anodina y la dificultad en la exploración, se produjo un retraso en el diagnóstico2.
De todos los métodos diagnósticos que podamos emplear en la actualidad, se puede considerar que el Doppler-color ha desplazado a la ecografía convencional y a los estudios isotópicos con tecnecio. En nuestro caso, la ecografía Doppler-color mostró que el testículo izquierdo se encontraba en el canal y la vascularización intratesticular estaba ausente. Aun así, los criterios de isquemia testicular de la ecografía Doppler son discutidos por su porcentaje nada desdeñable de falsos negativos. Respecto al tratamiento, nuestra actitud es la realización de una orquiectomía ante una clara necrosis testicular cuando no exista recuperación de coloración tras la detorsión y aplicación de calor local durante 15-20 minutos o aparición de líquido hemorrágico intravaginal con afectación testicular importante. En nuestro caso, la no mejoría de la vascularización obligó a la exéresis del teste izquierdo necrosado (figura 3).
Figura 3. Teste izquierdo criptorquídico torsionado y necrosado. No se presenta viabilidad ni recuperación del tejido testicular tras la detorsión.
La controversia surge en la actitud terapéutica a adoptar con respecto al testículo contralateral. Varios autores están a favor de la orquidopexia del mismo, al afirmar que la alteración anatómica que favoreció la torsión puede presentarse bilateralmente. Un 5-30% de los testículos contralaterales no fijados sufrirán también una torsión intravaginal. En contraposición está la actitud de Duckett respecto al testículo contralateral, de vigilancia por parte de los padres y de actuación rápida ante la aparición de determinados signos de alarma3. Nosotros somos partidarios de asegurar la viabilidad de su único teste, por lo que se realizó una pexia contralateral en el mismo acto quirúrgico.