Para diseñar la composición anual de la vacuna, la OMS dispone de una red centinela de vigilancia de gripe. Cada año establece la composición de la vacuna con arreglo a la previsión de cepas que puedan circular, según las encontradas el año anterior.
En el hemisferio norte en la temporada 2018-2019, por primera vez, la OMS muestra en primer lugar la composición recomendada para las vacunas tetravalentes, seguida de la única cepa de virus B que contendrán las vacunas trivalentes.
Desde 1980 aproximadamente, dos linajes antigénicamente distintos de virus influenza B han cocirculado.
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